Hubo demasiado barro, pero más que eso, predominaron las ganas y el deseo de los participantes por llegar a la meta, inclusive, hasta con la bicicleta al hombro.
El Clásico EL COLOMBIANO-Inder-Movistar vivió ayer, en el Adventure Bosi Camp, de Caldas, una verdadera fiesta con el cierre de su etapa extrema, en la que la modalidad del cross country, repleta de dificultades naturales, fue todo un desafío para los deportistas y un disfrute para los espectadores.
“Es lindo tener eventos como estos en los que se promueve el deporte y se integra a la familia”, dijo Armando Castañeda mientras evidenciaba orgullo no solo al ver a su hijo, el reconocido Fabio Castañeda, hacer la diferencia en la categoría élite y por quinto año seguido en la carrera, sino también a su nieta Luna, de 11 años, ya mostrando destellos de talento sobre su caballito de carbono.
Fabio, múltiple campeón nacional y panamericano de ciclomontañismo, no ocultó su complacencia al notar el gran relevo generacional en esta disciplina.
“Los buenos resultados internacionales que viene logrando el país, entre ellos el quinto puesto de Jhonatan Botero en los Olímpicos de Río, ha motivado a más chicos a luchar por sus sueños en este deporte”, expresó Fabio, quien se impuso en la pista de 1.8 kilómetros de extensión con un tiempo de 1:23.33.
Entre sus oponentes estuvo Jhonathan Ospina (GW), ciclista profesional que este año fue segundo, en omnium, en el Nacional de pista en Medellín, y quien viene de competir en el Clásico RCN, donde fue segundo en la séptima etapa que terminó en Valledupar. “El ciclomontañismo fue la modalidad en la que empecé en el pedalismo. Reencontrarme con amigos, no perder el ritmo de carrera y poder contribuir a la causa social de este evento es lo que me motiva cada año a participar”, dijo Ospina, otra de las figuras le dieron brillo a la competencia .