Las preguntas en redes sociales se repetían desde el instante en que el equipo de ciclismo Jumbo-Visma informó que Tom Dumoulin estaría en Colombia haciendo su campo de entrenamiento de cara a la presente temporada.
“¿Por dónde irá a entrenar, a qué hora saldrá, con quién estará rodando?
La expectativa por tenerlo cerca, pedirle un autógrafo o sacarse una foto con el hombre que ganó el Giro de Italia 2017 ante Nairo Quintana, luego de los daños estomacales que lo obligaron a bajarse de la bicicleta en plena carrera para hacer sus necesidades, era mayor con las publicaciones que se hacían del corredor, acompañado por sus compatriotas Koen Bouwman y Laurens Ten Dam, mientras exploraban el territorio antioqueño.
En una de ellas, que compartió Rigoberto Urán en su cuenta de Instagram, se ve al paisa tomando café y comiendo pasteles junto a Dumoulin y el resto de sus colegas en una panadería.
En ese video, Rigo dio una pista, sin tratarse de un concurso, que le permitió a un niño descifrar el acertijo de la posible ubicación de los corredores, después de que terminan el corto descanso: “Vea pues, aquí estamos en Sonsón con la grupeta holandesa”.
Audaz e inteligente
Las palabras de Urán fueron suficientes para que Ángel David Valencia, que practica ciclismo desde los seis años y vive en La Unión, se diera a la tarea de hallar la forma de toparse con los dos referentes del pedalismo mundial.
Ángel conoce las vías del Oriente como la palma de su mano, pues todos los días recorre, por diferentes lugares de esa región, unos 40 km.
Por tal motivo, con la bicicleta de ruta que heredó de su padre, de acero, que pesa 10 kilos y la cual ya tiene los rines desgastados, motivo por el cual su familia hizo una rifa para cambiarlos, el joven salió en busca de los reconocidos deportistas.
Y no solo se los encontró, también se les pegó a su rueda durante 15 kilómetros en pleno ascenso. Ante el asombro, Laurens Ten Dam hizo un pronóstico: “Creo que vi el futuro campeón del Tour de Francia en 12 años”.
Pero la demostración de talento y audacia de Ángel David no solo causó furor en las redes, también tocó el corazón de Urán, quien una semana después de compartir entrenamiento con el pedalista le dio una sorpresa mayor.
Qué grande es Rigo
Primero, Urán mandó a recoger al niño en la vereda San Juan, en La Unión, en la cual vive con sus padres, que son agricultores y a quienes les ayuda en el sembrado de papa y el cultivo de fresa.
Luego, en la granja que montó el subcampeón del Tour de Francia-2017, en Rionegro, le dio más alegrías al menor. Tantas que no solo Ángel David soltó lágrimas de felicidad, también quienes presenciaron el acto solidario.
Con cada regalo que le hacía, Valencia se llevaba las manos al rostro, sin creer lo que le estaba sucediendo. Uniformes de la marca Go Rigo Go, casco, gafas, zapatillas... Pero lo mejor estaba por llegar: una bicicleta Uranium, de carbono. Al verla, sus palabras, producto de la emoción, tardaron en salir.
Tres palmaditas en el pecho de Urán, sumado a repetidos abrazos, fueron la mejor muestra de gratitud para el corredor que, con su carisma, humildad y generosidad, sigue siendo sinónimo de admiración y respeto en Colombia.
“Ojalá tengamos más campeones en el Tour, pero lo más importante de ver en Ángel es que hace deporte. Esto es fundamental en los niños, sin importar si llegan a ser profesionales, pues están ocupando de buena manera el tiempo, y cuando se crece con los valores de la disciplina y el trabajo en equipo se es buena persona”.
Pero, ¿por qué este pequeño tocó el corazón de Rigo, más allá de que mucha más gente se le pega cuando está haciendo sus entrenos?
“Por su atrevimiento, por su actitud, es un niño entrón. Pilló mis historias de Sonsón en Instagram y de una salió al encuentro desde La Unión. Y llega y me dice: ‘Rigo, los estaba esperando para entrenar con ustedes’. Le respondí: ¿cómo así? Bueno, venga pues a ver qué es lo que usted tiene. Llevaba una chaqueta súper pesada y le expresé que con ella no iba a ir a ningún lado. Pero nos sorprendió a todos”, relató Rigo, al recordar que luego le pidió a Dumoulin que se tomara una foto con el niño para que conservara ese recuerdo por siempre.
“Es que a mí me va a ver muchas veces, pero a Dumoulin no, entonces ese recuerdo le brindará más ilusión para lograr sus metas”, agregó Urán.
Ya más calmado, y luego de que Rigo le aconsejara que no fuera a abandonar sus estudios, Ángel David, de pecas en sus cachetes rojos y quien mide 1.50 metros de estatura, indicó que lo que viene ahora es entrenar más fuerte, ya que desea ser ciclista profesional, mostrarse en las principales carreras de Colombia y llegar a un Tour de Francia, pues asegura que sueña darle satisfacciones a Colombia como lo hace Urán, quien causa sensación como deportista y ser humano.
“Rigo es una bendición, Dios lo proteja siempre. Toda la vida mi familia estará agradecido con él”, dijo Uriel Valencia sobre Rigo, un “ángel” para su hijo David . n