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Nairo Quintana ratificó este miércoles, en la etapa 11 del Tour de Francia, su gran momento deportivo y, de paso, confirmó que es uno de los grandes candidatos a ocupar un lugar en el podio de la edición 109 de la competencia.
El exciclista Mauricio Soler, campeón de la montaña de la ronda francesa en 2007, expresaba que a un corredor como Quintana jamás se podía dar por muerto en el pedalismo, palabras que quedaron evidenciadas en el exigente trayecto de 151,7 kilómetros entre Albertville y la cima en el Col du Granon, donde el boyacense arribó en el segundo lugar.
El Granon, al que no se ascendía desde hacía 36 años cuando triunfó el español Eduardo Chozas, es una subida de 11,3 kilómetros con una pendiente media del 9,2% y su cumbre se halla a más de 2.400 metros de altitud.
Allí, Nairo esperó el momento indicado para tratar de imponer sus condiciones como escalador y empezar a recuperar tiempo perdido frente a sus demás rivales.
A 8 kilómetros de la meta, fue Quintana el que acabó con la armonía del grupo de favoritos al lanzar un soberbio ataque. Solo le pudo seguir el fuerte ritmo el danés Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma), mientras que el exlíder Tadej Pogacar (UAE), a quienes ya muchos daban como el ganador del Tour, vivía su día más duro desde que compite en el Tour, carrera en la que ha sido campeón los últimos dos años. “En el ciclismo no hay nada escrito”, recordaba Soler.
Al final, Quintana, quien desde el comienzo de la carrera ha mostrado fortaleza, concentración e inteligencia, sobre todo en la etapas de contrarreloj y de pavé, arribó en el segundo lugar, a 59 segundos del ganador de la fracción y nuevo líder de la prueba, Vingegaard.
Tras su grata actuación, el colombiano escaló hasta la quinta posición de la general. Está a 2.37 del danés. En la segunda plaza se ubica el local Romain Bardet (Team DSM), a 2.16; tercero es Pogacar, a 2.22; y cuarto el inglés Geraint Thomas (Ineos), a 2.26. El desenlace del Tour se vuelve ahora más incierto, sobre todo por la dureza en la montaña que falta por superar.
Si la jornada de este miércoles fue decisiva, la de este jueves, considerada la etapa reina de la competición, lo será aún más cuando el pelotón desafíe otro maratón alpino, de 165,1 km entre Briançon y L’Alpe d’Huez, luego de haber escalado el Galibier y la Croix de Fer.
Como reseñó la cuenta Datos Ciclísticos (@diogenes1789), es la quinta vez que Nairo logra un segundo puesto en etapas durante la prueba gala.
Las anteriores fueron en Ventoux (2013), Sybeles y Alpe de Huez (2015) y Foix (2017).