El acuerdo de 12 de los clubes más poderosos de Europa para la creación de la Superliga mantiene la polémica encendida. La última entidad en pronunciarse en contra de la iniciativa, además de la Uefa (ente que congrega a los equipos del Viejo Continente) y varias ligas, fue la Fifa.
Los elencos vinculados con el proyecto son los españoles Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, los italianos Milan, Inter de Milán y Juventus y los ingleses Liverpool, Manchester City, Chelsea, Manchester United y Tottenham. Próximamente habrá más invitados, entre los que se espera al París Saint-Germain francés.
Los pagos de solidaridad serán mayores que los actualmente generados por el sistema europeo de competición y se prevé que superen los 10.000 millones de euros. Los fundadores recibirán, en conjunto, una sola vez, 3.500 millones de euros dedicado a planes de inversión en infraestructuras y compensar el impacto de la pandemia.
Frente al tema, la Fifa indica que “de acuerdo con nuestros estatutos, cualquier competición de fútbol, ya sea nacional, regional o mundial, debería reflejar siempre los principios de solidaridad, inclusión, integridad y redistribución financiera equitativa”. Y agrega que no puede sino expresar su desaprobación a una “liga europea cerrada y escindida” que se encuentra fuera de las estructuras del fútbol internacional y que no respeta los principios mencionados”.
Alex Ferguson, entrenador del Manchester United durante 26 años, se mostró en contra de la creación de una Superliga recordando su etapa en el Aberdeen, con el que derrotó al Real Madrid en la Recopa de Europa: “Hablar de una Superliga es apartarse de 70 años de fútbol europeo. Ser jugador de un equipo de provincias como el Dunfermline en los 60 y entrenador del Aberdeen, ganando la Recopa de Europa para un pequeño club de Escocia era como escalar el Everest”.
Por su parte, Carlos González Puche, vocero del sindicato de futbolistas en Colombia, dice que esto se veía venir. “Es preocupante porque las más ricos siguen concentrado más dinero, quieren hacer un torneo que desvirtuará las ligas nacionales, porque a ¿qué horas van jugar tantos partidos los futbolistas?”.
La Fifa y la Uefa están dispuestas a llegar hasta las últimas consecuencias. Inclusive, se dice que los jugadores podrían ser inhabilitados para disputar partidos de las eliminatoria mundialista