¿Quién es ese señor?, preguntan muchos de los jugadores juveniles que están en las inferiores del Envigado y observan los entrenamientos del equipo profesional. Realmente, hablan de un señor, un caballero de las canchas que gracias a su disciplina ha extendido su carrera por 17 años y tiene cuerda para más.
Se trata de Andrés Orozco. A sus 36 años “ese señor” ha pasado por ocho equipos de fútbol: cuatro de Colombia y cuatro del exterior, con una particularidad, en todos: en algún momento fue capitán.
Quindío, Medellín, Nacional y Envigado fueron los equipos en los que actuó en Colombia. Mientras que Racing Club (Argentina), Dorados de Sinaloa (México), Morelia (México) e Internacional de Brasil lo tuvieron en el exterior.
Se siente orgulloso de sus canas, porque como dice la canción, cada una cuenta una historia.
“Han pasado muchos años, he cosechado muchos amigos, aprendido culturas, compartido tristezas y alegrías con mi familia. El fútbol me lo ha dado todo y por eso le doy todo al fútbol”.
Es el único jugador colombiano en haber compartido camerino con Pep Guardiola por allá en 2006 cuando jugó en Dorados de México. Y es uno de los seis futbolistas activos que ganaron Copa América de 2001, sobrevivientes de un equipo de 26 futbolistas.
“Tuve muchas referencias de buenos líderes como Guardiola, Iván Ramiro Córdoba, Mario Yepes, Sergio Jeringa Guzmán, Édgar Carvajal y Carlos Fernando Asprilla, entre otros, que quizás se me olvidan en este momento, que me enseñaron a respetar a todos los compañeros y acompañar a los jóvenes que empiezan en el fútbol”.
Llega de primero a las prácticas, todos los días abraza al técnico Juan Carlos Sánchez antes del inicio del entrenamiento. “El afecto es para demostrarlo, no hay nada mejor que un abrazo, una palmadita en la espalda y palabras de reconocimiento para potenciar el rendimiento”.
Es consciente que el retiro puede estar a la vuelta de la esquina, pero se ha preparado para seguir vinculado al fútbol.
“Terminé mi curso de director técnico en la Atfa (Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino) y en el momento que sienta que el cuerpo no me da más para competir a nivel profesional buscaré esa opción de dirigir”.
Dice que será un entrenador exigente con sus dirigidos, pero a la vez transparente y sincero.
Espera que Envigado se meta en las finales de la Liga Águila-2, porque aunque sabe que no tienen una nómina amplia sí mucho talento y la experiencia y juventud necesarias para dar una sorpresa.
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