La reciente muerte del exfutbolista Diego Tello, en agosto pasado, y las lesiones permanentes que sufrieron el jugador Diego Cortés y el técnico Luis Fernando Montoya, no solo causaron tristeza entre los seguidores del fútbol local sino que dejaron en evidencia la necesidad de una póliza o un seguro especial para que los afectados, que quedan cesantes y sin protección, puedan responder por sus tratamientos.
Tello, exjugador de equipos como Envigado, América, Santa Fe y Millonarios, falleció el 5 de agosto esperando un transplante de médula ósea, luego de que en octubre de 2018 le diagnosticaran leucemia linfoblástica aguda. Su EPS no le autorizó el procedimiento.
Montoya, por su parte, resultó herido luego de un intento de robo el 22 de diciembre de 2004 en el municipio de Caldas. Los proyectiles que impactaron al técnico perforaron su médula espinal y le causaron una cuadraplejia de la que ha ido recuperándose.
Y Cortés, exjugador del Pasto, quedó en silla de ruedas tras fracturarse la primera vértebra lumbar al caer a un vacío desde una altura de 20 metros, en un centro vacacional de Pasto, en septiembre de 2006.
Salarios vs. protección
Aunque muchas personas argumentan que los salarios de los jugadores son demasiado altos y cada uno debería asumir ese tipo de gastos, el exdefensor Diego Cortés manifiesta que esto es muy relativo, ya que no existe una escala salarial única y por eso, mientras algunos clubes firman millonarios contratos y están al día con sus jugadores, otros equipos semiprofesionales, como los que hacen parte de la B y los elencos chicos de la A, cuentan con nóminas de baja cuantía y los pagos no son puntuales.
Eso les está ocurriendo en la actualidad a los jugadores del Cúcuta, pues según denuncias de los futbolistas de dicha escuadra, llevan dos meses sin recibir su salario.
Pero Cortés va más allá al afirmar que “además de la póliza, debería haber un tema pensional especial para estos casos, como el mío, tanto para el fútbol profesional como el amateur, en el que el deportista cuente con una protección especial, porque hay que tener presente que así uno cuente con ahorros, es complicado pues el valor de la salud en Colombia es muy elevado”.
Y agrega que “yo gasté todos mis ahorros en operaciones, tratamientos y demás necesidades que se generaron por mi lesión, y gracias a la campaña que hizo Jorge Hernán Bermúdez pude contar con algo de apoyo, pero si existiera una póliza o una jubilación por invalidez pagada por la Dimayor o la Federación, que son las entidades que se lucran de la imagen de los jugadores y los patrocinios, sería más justo”.
El técnico Luis Fernando Montoya sostiene, además, que temas como la medicina prepagada, al igual que pasa con cualquier empleado de una empresa, debe ser asumido por el trabajador, pero en este gremio, a veces, no se puede costear porque el salario del jugador es bajo o en ocasiones no es constante, lo que dificulta que un deportista pueda acceder a una atención médica especializada, oportuna y eficaz para las lesiones que son, en muchos casos, complejas de tratar.
Montoya hace un llamado para que Colfútbol, Dimayor y jugadores tengan un diálogo y puedan concertar algunos puntos que son vitales, como el concerniente a la salud, ya que existen tiempos que un futbolista no puede dejar pasar en el momento de una dolencia.
“Cuando un jugador sufre una lesión de rodilla, por ejemplo, necesita de inmediato los exámenes especializados para saber el grado y así mismo determinar el tratamiento; si es necesaria la intervención quirúrgica, pero si un jugador tiene que esperar a los trámites normales en una EPS pueden pasar meses sin tener, por ejemplo, la cita con el especialista”, menciona Carlos González Puche, de Acolfutpro (Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales).
Eso fue lo que pasó en el caso de Diego Tello, a quien, según lo expuesto por su esposa Martha Patricia Osorio López no le alcanzó el tiempo y las fuerzas para soportar la lucha que tuvo que afrontar durante los últimos meses de vida, en medio de hospitalizaciones, solicitudes y autorizaciones que fueron el principal obstáculo en la carrera contra el reloj que llevaba.
Ganancias
Cortés argumenta, por ejemplo, que tanto Dimayor como Colfútbol reciben grandes recursos publicitarios por la explotación de la imagen de los futbolistas, y se llevan todo el tributo, pues al deportista no le toca nada de esos ingresos, por ello considera que la propuesta de que se disponga de una parte de las ganancias para el tema de salud no es descabellada.
Tanto Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, como Jorge Enrique Vélez, presidente de Dimayor, han señalado que no les compete ese diálogo, pues no son empleados directos de esas entidades. Sin embargo, según reza en el artículo 5, numeral 11 del Estatuto de la Dimayor, todos los futbolistas que tienen contrato con los clubes de la liga nacional quedan vinculados legalmente a Dimayor, como personal vinculante.
“Se obliga al trabajador a hacer parte de campañas publicitarias en fundaciones o sociedades ligadas directamente con el empleador (como patrocinador oficial)”, por ello todos los jugadores tienen que estar prestos y acceder a los requerimientos de Águila, el patrocinador oficial del fútbol nacional, sin ningún pago adicional.
Algunos triunfos
En 2005, la Acolfutpro logró, gracias a la intervención de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), que todos los equipos tuvieran, por disposición legal, estar al día en las prestaciones de salud y pensión, lo cual les permite a los jugadores activos tener vinculación al sistema nacional, tal y como lo confirma el presidente de Nacional, Juan David Pérez.
“Cualquier trabajador nacional o extranjero se afilia al sistema de seguridad social, que es igual al de cualquier empleado en Colombia con vinculación laboral y se hace según la norma y lo que está regulado en el país”, concluye.
Pero, además del tema de salud, la agremiación busca concertar el Estatuto del Futbolista, que se rija con los parámetros estipulados por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (Fifa), y la minuta única de trabajo.
A continuación desarrollaremos estos dos puntos, que hacen parte de la lista de 12 peticiones para Dimayor y Federación.