El autobús del Manchester United fue apedreado este martes a su llegada al estadio Upton Park, al este de Londres, lo que obligó al árbitro a retrasar 45 minutos el inicio del partido frente al West Ham.
La aglomeración de gente en las inmediaciones del coliseo hammer y el lanzamiento de objetos al autobús del United hicieron que el equipo entrenado por Louis van Gaal no pudiera llegar al estadio hasta las 7:10 p.m. hora local, apenas 35 minutos antes del pitido inicial.
Las piedras y las botellas de vidrio llegaron a romper varios de los cristales tintados del autobús del conjunto visitante, que pidió formalmente retrasar el comienzo del encuentro hasta las 8:30 p.m., hora local.
“No fue algo placentero. Rompieron el autobús, pero hemos conseguido llegar”, reveló Wayne Rooney a su llegada a Upton Park. “No soy yo el que tiene que decirlo, pero es algo realmente decepcionante”, añadió el capitán del United.
“Es una noche importante para el West Ham y estoy seguro de que el club estará molesto con lo que han hecho sus hinchas esta noche”, señaló Rooney.
La Policía Metropolitana de Londres (MET) confirmó que un policía y un aficionado sufrieron heridas leves durante el lanzamiento de objetos, pero que no se realizaron detenciones.
Uno de los dos dueños del West Ham, el magnate David Sullivan, aseguró que está “decepcionado” por la demora en el inicio del choque y dijo que el United “debería haber llegado antes a un partido tan importante”.
“Lo que la gente tiende a olvidar es que luego muchos aficionados tienen autobuses o trenes de vuelta a casa y que una gran parte de ellos no podrán quedarse a ver el espectáculo que hemos preparado después del partido”, declaró Sullivan.
“El Manchester United debería haber llegado aquí a las 4:00 p.m. Saben que es nuestro último partido en casa”, señaló.
El de este martes es el último encuentro en Upton Park del West Ham después de 112 años antes de mudarse el próximo verano al Estadio Olímpico, construido para los Juegos de 2012 y con capacidad para 60.000 espectadores.
