El técnico alemán Thomas Tuchel sigue con atención la evolución del portero Keylor Navas, que lucha contra el reloj apurar su puesta a punto para llegar a tiempo a la cita más importante en la historia del París Saint-Germain, la final de la Liga de Campeones contra el Bayern Múnich en Lisboa.
El arquero costrarricense, de 33 años, desafía a los plazos y pretende superar en solo diez días su dolencia en el bíceps femoral de la pierna derecha, diagnosticado por las pruebas a las que se sometió hace una semana. Una lesión que, habitualmente, requiere de, al menos, 21 días de baja.
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Keylor saltó el viernes, 48 horas antes de la final, al campo de entrenamiento para ejercitarse con sus compañeros a las órdenes de Tuchel.
Es una cita que no se quiere perder el costarricense, que podría ingresar en el olimpo de los elegidos.
Navas, quien se retiró en el minuto 79 del encuentro de cuartos de final ante Atalanta, aún aspira a ocupar el arco del PSG que en semifinales tuvo que proteger el español Sergio Rico en el duelo contra el Leipzig.
El tico sabe que está a un paso de convertirse en el primer portero en conseguir cuatro Champions. Ahora, con tres, está a la altura de jugadores como los españoles Iker Casillas, Víctor Valdés y Juan Alonso, el inglés Ray Clemence, el alemán Sepp Maier o el holandés Heinz Stuy.
En su primer año en el París Saint Germain, al que llegó después de cinco en el Real Madrid, está cerca de conseguir un pleno de títulos después de la Ligue 1, la Copa de Francia y la Copa de la Liga de Francia.
Navas es un talismán para Tuchel, ya que ha ganado todas las finales que ha jugado y, además, acumula hasta ahora catorce eliminatorias de ‘Champions’ sin perder.
El portero tico, una estrella más dentro de un plantel plagado de ilustres, apuntaló por fin el equipo de Tuchel, que ha tenido en el arco su punto débil hasta ahora.
Keylor suspira por su cuarta ‘Champions’. Uno de los pocos integrantes del París Saint Germain que sabe lo que es levantar la ‘orejona’ puede ser uno más de los elegidos.