Nashville fue testigo de una historia atípica. Christian Gray, el hombre que no solo defiende los colores del Auckland City, sino también el conocimiento en las aulas de clase en Nueva Zelanda, fue elegido como la figura indiscutible en el empate 1-1 contra Boca Juniors.
Su desempeño en el campo, destacado por el gol que igualó el marcador ante los argentinos, lo llevó a ser elegido el mejor jugador del partido, a pesar de haberse despedido prematuramente de la competencia mundial.
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Sin embargo, para Gray y sus compañeros, la gloria deportiva es solo un momento en sus vidas cotidianas. El número 4 del equipo neozelandés es profesor de Educación Física en su país y esa es la labor principal que cumple todos los días.
“Soy un profesor, trabajo en un colegio. Estudio también y cuando regrese tendré que ir a trabajar, como todos en el equipo. Esta es la realidad para nosotros”, afirmó Gray en la rueda de prensa posterior al encuentro.
Esta declaración subrayó la particularidad de un equipo semiprofesional, compuesto por estudiantes, profesores, panaderos, ingenieros o agentes inmobiliarios, que se atrevió a plantar cara a uno de los gigantes del fútbol sudamericano.
El gol de Gray, un cabezazo certero en el minuto 52, llegó después de un autogol de Nathan Garrow que había adelantado a Boca Juniors. A pesar de la despedida del Xeneize del Mundial de Clubes con este empate, el Auckland City se marchó con la frente en alto.
Para Gray, de 28 años, la experiencia fue “surrealista. Todavía no lo asimilo. Sé lo que significa para el club. Esto lo hace muy especial. Hubo un ambiente especial. Boca es un club enorme, como todos los clubes que hemos afrontado en este torneo”.
Este modesto equipo neozelandés, que también enfrentó goleadas contra el Bayern de Múnich (10-0) y el Benfica (6-0), demostró que la pasión y la dedicación pueden trascender las barreras del profesionalismo en el fútbol internacional.
“Estoy contento de que hayamos metido alguna. Ha sido un viaje duro. Ya sabes, hemos tenido algunos resultados difíciles, pero estoy feliz por el equipo y los chicos. Creo que nos lo merecemos”, dijo el defensor central a DAZN.
Aunque el fútbol no rige sus vidas, Gray aseguró que con el empate ante un equipo importante en el mundo como Boca Juniors, lograron recuperar un poco más “el respeto” luego de las dos goleadas anteriores frente Bayern y Benfica.
“Recuperamos un poco de respeto, espero, sí. Mucho para el club, eso seguro. Ya sabes, dependemos de los voluntarios. No tenemos mucho dinero, así que me alegro de que estén contentos. Creo que el club se lo merece, y me alegro por los chicos”, añadió.
Al final, Gray celebró que su regreso a Nueva Zelanda coincidirá con la temporada de vacaciones escolares, por lo que tendrá tiempo de descansar antes de retomar sus labores.
“Tengo algunas tareas que se han acumulado en el último mes, así que eso es a lo que voy a volver”, afirmó. Además, señaló que es de una “pequeña ciudad” sin especificar cuál, así que dijo que nunca había vivido en un entorno como el del Mundial.
“Soy de una pequeña ciudad muy lejos de aquí y muy diferente a este entorno, así que es algo así como un sueño. Así que sí, estoy un poco sin palabras”, concluyó.
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