La reunión que en los próximos días mantendrá Luis Enrique Martínez con el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y el director deportivo, José Francisco Molina, para tratar su continuidad en el cargo de seleccionador, llegará con una sensación de que ambas partes separarán sus caminos y no se esperará a la disputa de la final a cuatro de la Liga de Naciones en junio de 2023.
Solamente Luis Enrique conocía sus intenciones previas antes de la disputa del Mundial de Qatar. El técnico asturiano emplazó hace meses a la Federación, cuando recibió la propuesta de la renovación de su contrato, a la conclusión de la cita mundialista para sentarse a hablar y decidir.
En las últimas horas, según apuntan a EFE fuentes de la Federación, han visto cercana la posibilidad de que Luis Enrique desease seguir en el cargo hasta que se disputase la fase final de la Liga de Naciones, a la que clasificó a la selección española por segunda ocasión consecutiva.
De la misma manera, antes de viajar a Qatar, entendían el comportamiento del seleccionador más cercano al deseo de cerrar un ciclo que de extenderlo. Sin compartir las razones por las que Luis Enrique no firmó el contrato que se le propuso, abierta siempre la posibilidad a dialogar en caso de que los resultados no fuesen los esperados y cualquiera de las partes quisiese romper el acuerdo.