La noticia que le entregaron en 2003 a Claudia Araújo (nombre cambiado por solicitud) casi la aniquila. “Aparecí con VIH y me dieron seis meses de vida”.
La situación empeoró cuando a sus dos hijos el examen también les resultó positivo, ya que ella les transmitió la enfermedad antes de nacer.
“Saber eso fue horrible y de verdad pensé que ya había llegado nuestro final, más cuando me tocó empezar a vender confites para conseguir ingresos que me ayudaran con la compra de la droga, que bien costosa es”, cuenta Claudia de manera valiente.
Cuando todo parecía oscuridad y apenas tenía una pieza y una cama para subsistir con sus dos hijos, esta paisa llegó a la Fundación Antioqueña de Infectología (FAI) y empezó a contar con un aliado para librar, acompañada, la batalla contra la enfermedad.
Partiendo del programa de promoción y prevención de la entidad, que tiene como directora ejecutiva a Paula Bedoya, Claudia pasó de pedir limosna a gozar de un apoyo en todos los sentidos, una capacitación y un auxilio económico para montar una micro empresa de confecciones con la que logró mejorar su calidad de vida y pudo comprar los medicamentos para ella y sus muchachos.
Paula Bedoya asegura que casos como los de Claudia son constantes y que han atendido cerca de 36.000 individuos. De esa población hacen parte personas de bajos recursos, la comunidad Lgtbi, trabajadores sexuales y habitantes en situación de calle.
Wálter Osorio, director de proyectos de la FAI, recuerda que gracias al programa de Detección Temprana, “con 1.000 pruebas mensuales que venimos haciendo hace tres años, podemos brindarles mayor esperanza de vida”.
Esta labor social puede sostenerse y crecer si los paisas se tocan el corazón apoyando la nueva edición del Día del Fútbol Antioqueño. Las ganancias que genere el evento, el próximo domingo en el Atanasio Girardot, serán para esta fundación que les mostró el camino de la superación a Claudia y a muchos más.
“Mis dos hijos y yo ganamos calidad de vida, pese a convivir hace 13 años con el VIH, gracias a la atención de la FAI. Seremos más los favorecidos si los amigos del fútbol nos apoyan asistiendo al estadio, porque nosotros también somos seres humanos”.