La hinchada de Atlético Nacional fue un pilar fundamental en la destacada campaña del equipo en el fútbol colombiano. Desde la llegada del presidente Sebastián Arango en mayo de este año, se ha evidenciado una renovada comunión entre los aficionados, el plantel y la directiva, fortaleciendo el vínculo que impulsó al club hacia nuevos logros.
El compromiso de la afición se reflejó en la asistencia al Estadio Atanasio Girardot. Para esta temporada, se observó un incremento significativo, con partidos que superaron los 43.000 asistentes, como el encuentro contra América de Cali en julio, ante Millonarios en cuadrangulares y en la gran final frente al Tolima.
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La pasión verdolaga trascendió las fronteras de Medellín. Los “banderazos” en diversas ciudades del país han sido testimonio del apoyo incondicional de los seguidores, quienes acompañan al equipo en sus desplazamientos, creando un ambiente local en cada estadio visitado.
Además, la presencia de aficionados en los entrenamientos, un ritual ya establecido en Nacional, ha servido de motivación adicional para los jugadores. “Volveremos a donde queremos estar, porque compartimos el sentimiento de grandeza que despierta Nacional”, había señalado Arango.
El reconocimiento del plantel
El 27 de octubre en la jornada 15 de la Liga, El Campín fue testigo de un récord que, según datos oficiales publicados en su momento, impusieron los cerca de 35 mil hinchas de Nacional en la victoria frente a Fortaleza 0-1.
Sobre aquel acompañamiento, el técnico Efraín Juárez confesó que “nunca había vivido algo así en mi vida: venir a una ciudad que no es tu ciudad y que llenen al estadio. El recibimiento fue increíble”.
“La hinchada es lo más importante que tenemos. Es un plus y nos brinda más confianza para obtener los resultados”, valoró Dairon Asprilla tras el primer partido de la final por Copa Betplay contra América.
Edwin Cardona y David Ospina, referentes del club, también han resaltado a lo largo de la temporada, el papel fundamental de la parcialidad nacionalista que le cumplió a la institución y se sumaron al lema “vamos todos juntos”, además de duplicar la cantidad de abonados en comparación con el primer semestre del año, en el que se reportaron poco más de 10 mil.
No es casualidad el masivo acompañamiento que recibió el “Rey de Copas” en la campaña. La hinchada verde y blanca fue una de las dominantes del promedio de asistencia en el campeonato con una cifra de 33.590 espectadores.
La fanaticada de Nacional demostró una vez más ser el corazón latente del club. Su apoyo incondicional, inspirado por la gestión Arango-Fermani, fue vital en la campaña del equipo, evidenciando que, en el fútbol, la unión entre aficionados, jugadores y directivos es la fórmula esencial para el éxito.
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