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“Pareciera que cualquier jugada, la más trivial, Juanfer la vuelve siempre una joya”, estas fueron las palabras del periodista de TyC Sports, Darío Petrocelli, luego de ver la actuación de Juan Fernando Quintero, a quien unos pocos minutos de juego le bastaron para cambiarle el rostro a River Plate y entregarle un triunfo que, emocionalmente, era fundamental para el equipo después de perder dramáticamente la final de la Copa Libertadores ante Flamengo.
En el duelo con Newells Old Boys, River caía 2-1, cuando Marcelo Gallardo decidió enviar al campo al antioqueño en el minuto 56.
Su efecto fue inmediato. En el 65’ el subcampeón de Copa logró el empate con tanto de Rafael Santos Borré y al 71’, Quintero envió un pase profundo con una precisión notable para tomar mal parado al local y terminar con el tercer tanto por obra de Ignacio Scocco.
Pero su importancia no se limitó a ese lanzamiento clave para remontar el marcador. Su movilidad, asociación y lectura de juego fueron concluyentes para cambiar la historia del juego y darle a River motivos para sonreír justo una semana después de la derrota (2-1) ante Flamengo en los últimos cinco minutos del partido.
Ahora a Gallardo se le avecina la presión de la hinchada para que Quintero asuma la titularidad en el equipo.
“La magia de Quintero es impresionante. Me gustaría tenerlo pleno como lo tuvimos en un momento. Pero, bueno, hay que llevarlo así porque no está para jugar todo el partido y él lo sabe”, expresó el técnico sobre la razón por la cual el antioqueño seguirá, al menos este año, siendo una variante desde el banco.
Para Gallardo, la pretemporada que se avecina será fundamental para que el colombiano recupere el tono físico que acompañe su talento y así pueda ser el alma futbolística del equipo como la afición lo ansía.
El delantero barranquillero completó 33 goles en 101 partidos con el equipo de la banda cruzada.
Borré sigue acercándose a Radamel Falcao García, segundo colombiano con más goles en River Plate (45). Aún está lejos de Juan Pablo Ángel (62). Sin embargo, el atacante de 24 años de edad no tiene por ahora pensado marcharse del equipo y los días en los que la afición lo criticaba es cosa del pasado.
Sus goles, inteligencia y sacrificio lo convierten en pieza fundamental para este River que espera recuperar la senda del éxito en 2020.
Al club millonario le restan dos juegos en 2019. Ante San Lorenzo por Liga y la final de la Copa Argentina, frente a Central Córdoba, otra oportunidad para que los colombianos se bañen de gloria con River.