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Teófilo Gutiérrez volvió estar en el centro de las críticas este fin de semana en Argentina y no precisamente por su desempeño deportivo. Ante Boca, el delantero colombiano dio de qué hablar por sus reiterados actos de indisciplina.
Y es que, en el encuentro en el que su equipo, Rosario Central, visitó a los xeneizes en la décima jornada del fútbol argentino, Teo sumó una nueva polémica a su lista.
Transcurría el minuto 16 del encuentro en La Bombonera y los locales ganaban por la mínima diferencia, hasta que el atacante de La Chinita recibió una asistencia en el área y definió de forma impecable ante el arquero Guillermo Sara. El marcador se puso 1-1.
En medio de un silencio sepulcral, Teo festejó su anotación dibujando una banda invisible en su camiseta, recordando su pasado con River Plate, el equipo de ‘la banda cruzada’ del que abiertamente se declara hincha.
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El gesto le valió la expulsión en el minuto 21 tras un fuerte choque con varios jugadores boquenses, incluido Carlos Tévez, quienes le reprocharon su actitud. Ricardo Centurión, centrocampista ofensivo de Boca también fue expulsado por su reacción contra el colombiano.
No conforme con lo ya hecho, mientras se retiraba expulsado de la cancha, el colombiano repitió el gesto de la banda cruzada y además con una mano se tapó la nariz.
Por su mala conducta, el delantero fue citado a declarar ante la justicia argentina por incitación a la violencia. De no presentarse, podría pagar una sanción económica y uno a cinco días de arresto.
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Este no ha sido el único episodio antideportivo que el barranquillero ha protagonizado en suelo argentino, en donde ha defendido los colores de cuatro equipos, en los que siempre tuvo problemas de indisciplina. Este es un recuento de ellos.
En el primer equipo en el que jugó en suelo argentino fue en Racing de Avellaneda. En marzo de 2011, con apenas cuatro meses de haberse unido al plantel, Teo se fue a puños con el arquero suplente Mauro Dobler, compañero de equipo. El Incidente se presentó durante una práctica cuando el colombiano fue a disputarle un balón y chocó con el arquero, quien le reprochó la acción. Los compañeros reaccionaron ante lo sucedido y los separaron para evitar una pelea mayor.
Las expulsiones injustificadas también fueron un malestar constante de la Academia con Teófilo. En noviembre de 2011, en un partido con Boca en La Bombonera, Teo fue expulsado por ‘pechear’ al central, Néstor Pitana.
El delantero se había molestado por un supuesto penal que el juez no sancionó y decidió empujarlo. Cuando iba camino a los vestuarios, Gutiérrez habría llamado ‘cagones’ a los hinchas del club xeneize.
Tras el acto de indisciplina, Teo criticó a sus compañeros por la “falta de apoyo”, lo que generó un mal ambiente dentro del club.
Aunque el mal ambiente tras su pelea con Dobler y las expulsiones infantiles le hubiesen valido para ser apartado de Racing, lo que desencadenó su salida definitiva del club estaba por venir.
En abril de 2012, tras un clásico contra Independiente, Teófilo se hizo expulsar, otra vez, por un reclamo al árbitro Sergio Pezzota cuando su equipo iba a bajo en el marcador 2 goles por 1.
Terminado el encuentro, en los vestuarios, varios de sus compañeros lo encararon por sus actitudes y Teo respondió amenazándolos con un arma de juguete, lo que generó pánico en el camerino. El colombiano fue retirado del club de Avellaneda, pues los demás miembros de la plantilla habrían alegado que no lo querían ver más.
Su paso por Lanús solo duró un mes. El club se reforzó con Teo para los octavos de final de la Copa Libertadores de 2012. Aunque marcó un gol en la serie ante Vasco Da Gama, el equipo quedó eliminado por penales.
Días después, Teófilo abandonó los entrenamientos y viajó a Colombia aduciendo que sería convocado por Pekerman a la Selección, hecho que nunca ocurrió. La dirigencia del club también lo acusó de robarse indumentaria del equipo y de inmediato rescindió de su contrato.
Aunque se consagró en el fútbol argentino en su paso por River, equipo en el que aún es recordado entre sus hinchas por sus destacadas actuaciones, el colombiano también tuvo un camino problemático.
El año pasado, tras disputar la Copa América de Chile, Teo no volvió a entrenarse bajo las órdenes de Marcelo Gallardo. Desde Barranquilla el jugador declaró que su ciclo en River había terminado.
“Mi ciclo en River fue muy exitoso, pero está terminado”, dijo mientras presionaba para ser transferido a otro club afirmando que “era momento de cambiar de aire”.
Gallardo y Rodolfo D’Onofrio, presidente de River, se refirieron al caso y fueron muy drásticos con el jugador. “Está decidido que Teo en el primer equipo no vuelve, si regresa, tendrá que entrenar con la reserva”, manifestó D’Onofrio en ese tiempo.
“Teo está en Barranquilla comiendo empanadas. Si no hay ofertas cuando termine de comer las empanadas tendrá que volver. Nosotros transmitimos el amor por River y las ganas por jugar acá. Si eso no ocurre, Teo seguirá su camino por otro lado”, agregó el presidente de River.
Enzo Francescoli, manager del club, también le reclamó su falta de disciplina: “Es contradictorio decir que ama al club y después no querer jugar acá. No es la primera vez que Teo pide irse. Está bien que se vaya”.