Nuevamente Medellín se creció ante la presión. El cuadro rojo fue práctico, eficiente y solidario y el triunfo 2-0 fue consecuencia del trámite en el que el local superó tácticamente a un Alianza Petrolera que intentó infructuosamente encontrarle la clave al partido.
Hay varios aspectos para resaltar en esta nueva versión del DIM, uno de estos, el aporte de la cantera en momentos álgidos. Otro, el resurgimiento de los referentes del plantel que dieron una muestra de profesionalismo notable para reponerse a la difícil situación deportiva hasta reencontrarse con su real desempeño en el terreno de juego.
El mérito de Aldo Bobadilla ha sido convencer a cada uno de sus jugadores del aporte preciso que puede hacer. De ahí que ante la lesión de Germán Cano, por ejemplo, el equipo no pasar ningún tipo de afugias ofensivas y ayer, un canterano como Stiven Rodríguez, llevara con plena confianza la pesada mochila de ser el referente en ataque en reemplazo del goleador argentino.
El antioqueño de 21 años, que se cansó de hacer goles en divisiones inferiores, es otra evidencia de que las fuerzas básicas del DIM son un componente esencial en la búsqueda de objetivos del equipo profesional.
Por lo demás, el gol y la presentación de Andrés Ricaurte, así como el despliegue táctico de Didier Moreno y Andrés Cadavid reflejan la categoría que tuvieron estos experimentados jugadores para superar el cúmulo de críticas y responder con liderazgo y buen desempeño sobre el terreno de juego.
DIM quedó a un solo punto del grupo de los ocho y en la próxima fecha visita a Huila, en Neiva.