El triunfo 2-0 del Medellín sobre Millonarios se da en un momento crucial porque levanta el ánimo de los jugadores, despeja las dudas en torno al ambiente en el interior del grupo y el equipo se ratifica entre los ochos clasificados.
Ahora solo resta el partido frente al Envigado, que se jugará el 21 o 22 de noviembre en el estadio Atanasio Girardot, para sellar el paso definitivo a los play-offs de las semifinales de la Liga Águila-2.
Con 32 puntos, el Poderoso se ubicó sexto y solo un “maleficio” lo sacaría de la fiesta de fin de año en Colombia. Sin embargo, no se puede confiar.
Los rojos retomaron el liderato en la reclasificación con 78 unidades, otro factor que motiva a los integrantes del plantel porque les asegura, en forma parcial, el cupo en la Copa Libertadores de 2016. Superan por un punto a Nacional y por tres al Cali.
La afición le pedía al conjunto que volviera a mostrar los ímpetus, la dinámica y el juego sólido del comienzo de temporada, como lo demostró en el segundo tiempo ante Millonarios en el Atanasio.
“Pusimos corazón y ganas, todos éramos conscientes de la necesidad de salir de ese bache futbolístico y tener más contundencia. Por fortuna todo se consiguió”, dijo el volante Christian Marrugo.
Andrés Mosquera, que actuó como lateral derecho, resaltó el acompañamiento del público y la solidaridad del equipo para lograr un buen remate. “Había que sacar jerarquía y esta vez terminamos con gol”, añadió el urabaense.
Ahora vienen días de ajustes y de un trabajo especial del cuerpo técnico para mantener el ritmo físico de competencia, pues la Liga hace un alto por las Eliminatorias.