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Los aficionados de San Javier disfrutaron con el espectáculo sabatino. El paisa Juan Fernando Vélez se quedó con el título.
FOTO Carlos velásquez
Las calles de la Comuna 13 tuvieron este sábado un despertar diferente. Abarrotadas de público, entre vecinos y visitantes, sintieron de cerca la adrenalina que les genera a los pilotos descender a 36 kilómetros por hora por escaleras, rampas y caminos estrechos, con motivo de Cerro Abajo Medellín Red Bull.
La capital de la montaña se convirtió por un día en el epicentro del mejor downhill urbano, en el que 28 de los mejores riders del mundo, procedentes de 10 países, desafiaron la geografía del territorio y brindaron lo mejor de sí en un ambiente rodeado de deporte, grafitis y la resiliencia de los habitantes del sector, otrora marcados por la violencia.
Una vez iniciadas las clasificatorias, a las 8:00 de la mañana, el público enloqueció con el derroche de acrobacia y habilidad de los participantes. Las escaleras, curvas y obstáculos de la pista eran desafiantes, pero los daunjileros no se amilanaron y brindaron espectáculo sobre los 1,6 kilómetros de recorrido.
El antioqueño Juan Fernando Vélez, favorito de la competencia y quien todo el tiempo escuchó corear su nombre, se mostró ansioso por marcar historia en el evento. Desde las clasificatorias demostró que estaba en su día. Llegó de primero con un tiempo de 1:26 segundos, lo que le permitía arrancar de último en la carrera definitiva. Pero sabía que si quería coronarse como el ganador tenía que sacar más ventaja.
Amenaza extranjera
Al mediodía, bajo un sol radiante, el francés Adrien Loron se mostraba amenazante y con firmes intensiones para arrebatarle la carrera al colombiano, pero un traspié lo hizo salir de competencia.
Además, el chileno Pedro Ferreira y el checo Tomás Slavik demostraron su poderío y marcaron tiempos destacados (1:28.905 y 1:29.023), pero al final quedaron fuera del podio porque se les coló el brasileño Lucas Borba, quien se metió al podio con 1:27.558.
Las cámaras captaban de vez en cuando el ritual de Juanfer, antes de que llegara su turno, mientras que los demás pilotos aumentaban la exigencia.
Previamente, el local Sebastián Holguín le puso orden a la casa y se metió primero, parcialmente, haciendo vibrar al público con su velocidad (1:26.996).
Hasta que llegó el turno de Vélez que desde el principio dejó la piel en el circuito: arriesgó más y con su objetivo en la mente y al ritmo del público que vociferó ¡olé, olé olé... Juanfer, Juanfer!, cruzó la meta y materializó lo que se presagió. Su tiempo, 1:25.039.
De inmediato el antioqueño, de 19 años, desbordó en llanto y dedicó el triunfo a su madre: “Es increíble, la verdad esto lo he estado buscando hace mucho”.
Y añadió: “Ella es la que siempre me ha apoyado (...). A los jóvenes que me ven les digo que sigan adelante, que todo en la vida se puede lograr”, agregó el oriundo de Caldas, Antioquia .
Aprendiz de deportes. Apasionado por el periodismo deportivo, amante del café colombiano.