Por Jessica Quintero Serna
La suerte del debutante parece acompañar siempre a Sebastián Peña Morales. El año pasado, en su primera competencia internacional de fútbol freestyle, el Super Ball que se llevó a cabo en Praga, República Checa, y el antioqueño logró quedarse con el tercer lugar del certamen en el que compitió ante los mejores exponentes del planeta.
En 2020 la historia volvió a repetirse y en su incursión en el Red Bull Street Style, la competencia más importante de la disciplina, el oriundo de Bello volvió a ocupar el tercer puesto entre 1.000 atletas.
“Es increíble debutar en un torneo y hacerlo con un tercer lugar a nivel mundial no una sino dos veces. La verdad terminé muy motivado porque sé que estoy haciendo las cosas muy bien pero también soy consciente de que lo puedo hacer mejor”, comenta Sebastián, que en el freestyle es conocido como “Machine” (máquina).
La competencia
En el evento que tendría como sede a Madrid, pero por la pandemia tuvo que ser virtual, “Machine” empezó a superar rondas con rutinas de estilo libre con el balón. Con un video de 30 segundos, que no podía ser musicalizado, pasó la primera ronda en la que se enfrentó a 1.000 participantes. Para superar la segunda fase en la que se midió a 200 rivales, tuvo que cumplir el mismo requisito.
“Era un poco difícil porque muchos freestylers se grababan todo el día y ya elegían el mejor clip para enviar. Yo, en cambio, prefería sacar la rutina en los primeros intentos”, revela el atleta de 21 años.
Cuando accedió a la tercera ronda, en la que solo eran 80 competidores, las reglas cambiaron. Con una prueba en vivo en la que seguía un esquema de trucos, Sebastián continuó luciéndose y dejando rivales atrás, especialmente japoneses, a los que considera los mejores en este deporte.
Pero fue en la ronda de 32 cuando el antioqueño se ganó su lugar en la élite. En la fase de creatividad, donde debía presentar trucos novedosos, Peña se vendó los ojos y con la confianza de conocer cada uno de sus movimientos, logró colarse entre los 16 finalistas como el único representante latinoaméricano.
De ahí en adelante fue superando pruebas musicalizadas, dejó a León (Japón) en octavos, se impuso a Kosuke (Japón) en cuartos, pero en la semifinal cayó ante Erlend Fagerli (Noruega) quien terminó siendo el campeón. El segundo lugar fue para el también noruego, Brynjar Fagerli y el tercero para el colombiano.
Proceso
Los dos terceros lugares en competencias internacionales son la recompensa a los cinco años que “Machine” le ha dedicado al freestyle y aunque parece poco comparado con el proceso de otros exponentes de este deporte, Sebastián asegura que su secreto ha sido la disciplina y la constancia.
“Son mis palabras mágicas. Siento que en estos cinco años he entrenado como si llevara diez, la inversión de tiempo ha sido mucha y por eso el avance se ve reflejado en los resultados que he obtenido”, comenta el campeón departamental desde 2016 y el dueño de la corona nacional de 2020.
Sebastián “Boyka” Ortiz, uno de sus mentores en la disciplina, señala que la fortaleza mental de “Machine” es la que le ha permitido consolidar un proceso con tan buenos resultados.
“Él cree en lo que puede dar y esa confianza en sí mismo es la que le ha permitido desenvolverse tan bien en los campeonatos. Tiene un potencial increíble, ojalá se le abran muchas puertas en esto”, dice Ortiz.
Ahora el objetivo de “Machine” es convertir el podio virtual de 2020 en uno presencial el próximo año en Madrid, y por qué no, escalar del tercer al primer lugar.