viernes
5 y 1
5 y 1
En los recuerdos de Dora Luz Toro está latente la imagen de su hijo Juan Pablo Montoya, cuando cumplió cinco años, diciéndole que no iba a volver a natación porque quería ser futbolista.
Ese día su niño, el monito de baja estatura que cuando estaba en su vientre brincaba de emoción mientras ella y su esposo observaban las carreras de Juan Pablo Montoya en la Fórmula Uno- de ahí su nombre-, le dejó claro que su felicidad era patear un balón.
Esa es su pasión, recalca Sergio Mauricio Montoya, el padre, quien durante muchos años jugó fútbol aficionado, siendo Juan Pablo su principal seguidor en cada cancha.
Pero lo del pequeño no fue solo gusto, sino que muy pronto mostró condiciones. Al iniciar su formación como futbolista marcó diferencia gracias...
ESTE CONTENIDO ES EXCLUSIVO
PARA SUSCRIPTORES
¿Ya sos un suscriptor? Iniciá sesión
Al realizar el registro de tus datos por medio de estas redes sociales, aceptas los términos y condiciones, el
uso de tu información personal y el uso de tu información por terceros de El Colombiano disponibles en
www.elcolombiano.com y el envío de noticias a tu correo.
¿QUERÉS SER UN SUSCRIPTOR?
TENEMOS PLANES DESDE
$14.900,
Seleccioná el que más te convenga:
Nueve razones para suscribirme a EL COLOMBIANO