Cuando ganó el último punto, Alejandro González gritó tan fuerte que parecía haber ganado un título de un torneo Grand Slam. Saltó y se fue a que sus compañeros de equipo lo arroparan. Fue algo tan especial que Alejandro Falla, a quien le había “arrebatado” su posición de número 2, se lanzó con gran energía a abrazarlo.
Un instante antes, Gonzo -el antioqueño promovido por el Grupo Argos- había firmado el que sería el primer punto de Colombia ante Uruguay en el duelo de la serie de la zona América 1 que empezó ayer en Montevideo y que determinará un cupo al repechaje del Grupo Mundial.
“Fue una batalla campal como yo la defino”, dijo González en diálogo con EL COLOMBIANO. Y no era para menos, acababa de vencer al mejor jugador charrúa del momento, Pablo Cuevas (23 ATP) en un maratónico partido típico de Davis, en cinco sets, 2-6, 6-4, 4-6, 6-1 y 6-4. Y más espectacular si tenemos en cuenta que firmó así el primer triunfo de un colombiano de esta generación ante un top-30 en calidad de visitante por la Copa. Igual, el mejor triunfo, por ranquin, del tenis criollo en este torneo desde la victoria alcanzada en 2010 por Santiago Giraldo sobre Sam Querrey, en Bogotá (6-2, 6-4, 7-5).
Garra, lucha, paciencia y el haber jugado los dos últimos puntos con alma y corazón. Ahí estuvo la clave del triunfo.
“Fue un partido muy duro; exigente, tenía que darlo todo ante el mejor jugador uruguayo”, señaló Alejo.
“Muy exigente, me he sentido muy bien físicamente; creo que ahí estuvo la clave para ganar. Al final sentía que tenía energía para seguir y ese hecho te da confianza para lo que es el planteo de un partido complicado y un cierre muy apretado. Me tuve confianza”, concluyó no sin antes señalar que “estoy feliz”.
Santiago Giraldo completó la jornada redonda para Colombia al derrotar 7-6, 3-6, 6-3, 6-3 a Martín Cuevas y poner la cuenta 2-0 antes del choque de dobles hoy .
