Cuando Daniil Medvédev logró el punto de campeonato en el US Open el pasado domingo, de inmediato se fue al piso.
Muchos creyeron que se había desmayado ante el gran esfuerzo que hizo para vencer en la final, tras 5 horas y 35 minutos, al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.
Tendido en el suelo, inmóvil, con la boca abierta y la mirada perdida, Medvédev preocupó por unos segundos. Luego, como un resorte, se paró para dar el tradicional saludo al rival.
¿A qué se debió esa inhabitual acción de Medvédev?
El propio tenista ruso, de 25 años, explicó después que se trató de una celebración planeada, la cual tiene nombre, y con el que quiso hacer un guiño a los amigos con los que juega Fifa en videojuegos.