Por John Eric Gómez Marín
De cinco niños que nacen en Colombia, tres quieren ser futbolistas; y en los últimos 10 años, algunos pretenden ser ciclistas y otros se dedican a deportes no convencionales. Estas cifras, de Coldeportes, tienen que ver con una cultura que se ha arraigado y en la que muchas familias ven en sus hijos a los salvadores económicos y, al fútbol, como la forma de lograr mejores ingresos.
Sin embargo, en la actualidad hay un deporte que, desde Medellín como epicentro, ha tomado fuerza en todo el país y son las artes marciales mixtas (MMA por sus siglas en ingles).
Estos eventos reúnen a más de 2.000 personas en coliseos abarrotados a nivel nacional, y la fiebre que despiertan atletas internacionales como Conor McGregor, Ronda Rousey, Forrest Griffin, por mencionar algunos, ha llevado a un boom de este deporte y, por ejemplo, únicamente en la capital antioqueña hay más de 40 academias dedicadas a instruir sobre esta disciplina.
Sin embargo, el reto está en poder tener una federación que recoja todo ese potencial y así los deportistas puedan tener mejores condiciones para vivir de este deporte como lo hacen otros atletas. En la actualidad, además de esporádicas apariciones en la UFC o Bellator, las dos principales empresas a nivel mundial, las únicas representantes colombianas que se consolidan allí son las antioqueñas Sabina Mazo y Alejandra Lara.
Mientras los practicantes de artes marciales mixtas en Colombia ganan entre 2 y 3 millones de pesos por pelea, teniendo un promedio de 3 o 4 combates al año, en las grandes ligas de este deporte un peleador novato con poca experiencia y sin contar con transmisión en televisión gana un aproximado de entre 10.000 y 16.000 dólares solo por parase en el octágono, además de 4.000 dólares que paga la marca patrocinadora, lo que viene a ser entre 50 y 70 millones de pesos.
Estas ganancias permiten que un artista marcial que llegue a estas empresas pueda vivir de este deporte, mientras que en Colombia, quienes lo practican lo hacen más por pasión y deben tener trabajos alternos para subsistir.
No obstante, en la UFC los peleadores no tienen contratos con algún tipo de club que les provea un salario fijo y, similar al tenis, ganan de acuerdo con sus victorias o participaciones, importancia de las peleas, popularidad y otros bonos, por lo que es un deporte en el que los ingresos pueden variar notablemente.
En Colombia, la UGP (Último Guerrero en Pie) se atrevió a hacer algo similar y realiza eventos 4 o 5 veces al año en distintas ciudades del país cumpliendo con todos los requerimientos de la alcaldías y gobernaciones.
Pero entonces, ¿por qué un deporte que alcanza alta popularidad y tiene un gran número de practicantes no posee una federación?
Gio Muñoz, experto en este tipo de deportes y el presentador más reconocido de las veladas de la UGP en el país, explica que en Colombia hay dos grupos que están tratando ese tema: uno es la Ocamm (Asociación Colombiana de Artes Marciales Mixtas) y este año nació la Asociación Colombiana de Promotores. “Esa última se encarga más de reunir a los promotores del país para impulsar eventos y deportistas”.
Muñoz dice que hay mucha división en Colombia respecto a crear una federación, porque la Ocamm no cuenta con el respaldo de muchos promotores. “El tema se podría arreglar si nuevas personas toman el liderazgo para ver si de esa forma los empresarios que no han querido apoyar puedan sentarse a hablar con esas entidades cercanas al Gobierno”.
La Ocamm es la única entidad en Colombia que cuenta con el reconocimiento oficial emitido por Coldeportes, pero lo que sucede es que el aval de las MMA en el país es de deporte recreativo y no competitivo, lo que constituye otro obstáculo para la conformación de la federación.
La buena noticia es que se hacen gestiones para que esta disciplina sea incluida en los Olímpicos de Los Ángeles 2028 que, de materializarse, obligaría a que los deportistas que pretenden clasificar estén federados.
Quien asumió esa bandera frente al Comité Olímpico Internacional es Jabib Nurmagomédov, el campeón de peso ligero de la UFC.
“La inclusión de las MMA en los Juegos Olímpicos es una de mis mayores tareas durante los próximos años. De hecho, el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, está abierto a la discusión”. Agrega el peleador que habría que cambiar detalles como algunas reglas y el tipo de guantes. “En términos de patrocinios, índices de audiencia, este deporte lo tiene todo. Si llega a los Juegos Olímpicos estará a la par con el atletismo y el fútbol”, opinó.
Así que el sueño de muchos practicantes colombianos estaría a punto de realizarse. Otro que tomó la batuta es Freddy Serrano, quien también pasó por la UFC y acaba de lanzar Acopromma (Asociación de Artes Marciales Mixtas de Colombia). “La razón de ser de esta organización son los deportistas y tratar de ayudar y defender la posición de estos héroes porque realmente no es fácil. Queremos promover, organizar y regular la práctica de esta disciplina que impulse programas de interés público y social”, indicó Serrano
Así que sí se trabaja en unión la Federación será posible y habrá más peleadores representando al país a nivel internacional.
