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Con el primer destello del sol sobre el firmamento se dio la señal de partida de la Maratón Medellín. Una fiesta que, en sus 25 años, congregó a 15 mil atletas de todo el país y delegaciones provenientes de Kenia, Etiopía, Ecuador y Perú, aunque en el recorrido también se vieron corredores ondeando banderas de Brasil, Venezuela y Puerto Rico.
Fue una fiesta multicolor en la que grandes y chicos se divertieron, convirtiendo las calles de Medellín en un río humano.
Familias, amigos, compañeros de trabajo, exmilitares, personas en condición de discapacidad y autoridades civiles (ver anexo) hicieron parte de la caravana deportiva que recorrió la ciudad, además de vías de Envigado y Sabaneta.
En esa marea varios corredores quisieron darle un toque personal a su vestimenta y por ello, junto a la ropa deportiva, portaron elementos que los hicieron únicos.
Así pasó con el hombre que se disfrazó de árbol, cuyo mensaje iba encaminado en hacer un llamado al cuidado de los recursos naturales; y de varias mujeres con tutus de diferentes colores para embellecer la cálida jornada.
El clima también quiso hacer su aporte y el sol estuvo tímido en las primeras horas permitiendo que los atletas completaran los 42 kilómetros sin la chispa que ha acompañado el firmamento paisa en los últimos días.
Al río humano que cumplió con los recorridos, se unió otro que se apostó a lado y lado de la vía por donde pasó la carrera. “Es muy emocionante competir así, con tanta gente animando en las calles, con tantas personas participando. Es muy especial ver a familias completas en la carrera, esta es una cita que cada año uno quiere cumplir, yo estaba ansioso por correr y terminé muy feliz con esta nueva experiencia”, dijo Brayan Barragán , corredor de los 21 k.
Periodista de la Universidad del Quindío. Cuyabra hasta los huesos y mamá de un milagro llamado Mariana, amante de la salsa y apasionada por el deporte.