Dentro de la cancha Santiago Giraldo se ve más seguro, preciso y lleno de convicción. Fuera de ella sus palabras reflejan aún más confianza.
La mejor raqueta del país y número 31 del ranquin de la ATP, debutó con triunfo ayer en el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, un torneo que le trae gratos recuerdos, luego de ser finalista en la edición anterior, en la que cayó ante el japonés Kei Nishikori.
El risaraldense venció al portugués Paolo Souza, 56 del mundo, por 3-6, 6-3 y 1-6, y en octavos tendrá que enfrentar a su verdugo del año pasado, Kei Nishikori.
“La final -de 2014- fue un partido muy rápido. Empecé ganando 2-0, pero jugué con mucha prisa, tengo que jugar con más calma. Sin embargo, se confirmó que puedo jugar contra los mejores. Ahora me siento mucho más maduro, mejor jugador que hace un año, y hay que seguir trabajando en ello”, expresó el tenista colombiano a la agencia Efe.
Confiesa que está “bien físicamente” para tener sus “posibilidades” ante el primer cabeza de serie del torneo y quinto del mundo, un reto que calificó de “suma importancia”.
“Jugar contra Nishikori será duro, pero estoy muy confiado en mis posibilidades”, agregó.