Pilar Mejía, Emiliana Martínez y Manuela Vásquez representan tres generaciones diferentes del automovilismo antioqueño.
Además de su pasión por los motores y la velocidad, siempre las unió un anhelo: tener en su propia tierra un lugar para vibrar con el deporte que hace “hervir” su sangre. Por eso, pisar la pista del autódromo que se construye en Bello fue tan especial para ellas que parecían niñas estrenando juguete.
Aunque estaban honradas por hacer parte de un recorrido especial, en buseta, por la nueva pista, no se aguantaron las ganas de probarla como mejor saben hacerlo: detrás del volante. Así que con la complicidad de los ingenieros responsables de la obra recibieron el permiso para derrochar un poco de adrenalina sobre el asfalto.
“Esto es maravilloso, tengo la piel de gallina. Me emociona estar acá parada en esta obra tan hermosa, de la que estoy segura vamos a disfrutar, no solo los pilotos y los amantes a los carros, sino los espectadores, porque el trazado permitirá hacer sobrepasos fantásticos en zonas donde quedarán las tribunas, garantizando espectáculo”, dijo Manuela, quien además espera ser invitada especial en la primera carrera.
En medio de risas, anécdotas y muchos recuerdos, Pilar Mejía, pionera del automovilismo paisa y quien está dedicada a los negocios con autos, también se apuntó para la competencia inaugural. “Si alguien tiene un auto que me quiera prestar, encantada estaré rodando, me emociona que un proyecto de tantos años de lucha ya esté tan avanzado”, comentó.
Emiliana Martínez, por su parte, espera revivir épocas donde surgieron certámenes como la Copa Swift (1993), cuando competía junto a Carlos Mario Pajón, papá de Mariana, bicampeona olímpica de BMX. “Hace mucho que no compito, pero este es un gran motivo para volverlo a hacer”, dijo la piloto, quien confía en que muchos corredores de Antioquia sumen kilómetros y se hagan fuertes entrenando en su propia pista, tal como anhelaron toda la vida .