Mientras se disputaba el segundo set de la semifinal entre el español Rafael Nada y el alemán Alexander Zverev, se presentó una acción en la que el teutón se dobló el tobillo derecho.
De inmediato el tenista se quedó en el suelo, dando muestras de dolor y algo de llanto, por lo que el cuerpo médico tuvo que ingresar para llevarlo a revisión.
En medio de un aplauso solidario, Zverev salió llorando y pocos minutos después volvió a la cancha para despedirse del público usando muletas.
Tras la lesión de su rival, Nadal avanza a una nueva final en París, la número 15 en su carrera.
El compromiso ente Nadal y Zverev había terminado con el primer set 7-6 a favor del español y en el segundo set iba igualado 6-6.