Este sábado (10:00 p.m.) finalmente se llevará a cabo en Las Vegas la tan anhelada Pelea del Siglo, y todo el mundo apuesta si Floyd Mayweather puede seguir invicto tras enfrentarse a Manny Pacquiao. Pero lo que pocos recuerdan es que un búlgaro, llamado Serafim Todorov, ya supo lo que es vencer al mejor libra por libra de todos los tiempos, y lo consiguió en los Olímpicos de Atlanta 1996, hace casi dos décadas.
Lo más triste es que mientras Mayweather se hunde en la extravagancia y montañas de dinero, Todorov es olvidado y todo porque él se negó a “venderles el alma” a los promotores de boxeo, algo que hizo gustoso Mayweather.
“Felicito a Floyd porque todo lo que ha logrado en su vida ha sido a través del esfuerzo”, dijo Todorov a la cadena de noticias CNN. Al búlgaro, por lo menos, le queda la satisfacción de haber puesto final a las esperanzas de Mayweather de ganar el oro olímpico.
Al parecer, esa derrota del 2 de agosto de 1996 permitió que Mayweather se acercara a la excelencia boxística y que dejara atrás sus debilidades.
Desde entonces, el boxeador estadounidense no ha mirado atrás. Acumula un invicto de 47 encuentros, ha ganado títulos en cinco divisiones de peso y cobró al menos 25 millones de dólares por cada una de su últimas 10 peleas, según la revista Forbes.
Aunque la carrera de Mayweather pronto tomó un rumbo ascendente, la de Todorov descendió de forma casi igualmente dramática.
La travesía del búlgaro hacia su presente no ha sido fácil: se trata de una vida plagada por la depresión a causa de varias promesas rotas y malas decisiones.
La determinación que tomó después de su victoria sobre Mayweather lo acecha incluso hoy.