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Justo en el momento que debía presentarse a la pista para disputar los 300 metros contrarreloj, una llovizna aplazó, por unos minutos, la competencia y Pedro Armando Causil tuvo que guardar calma hasta que los jueces dieran la señal de salida y hacer su recorrido.
“Ya nos había pasado en prácticas, así que sabía que sería cuestión de tener paciencia, de mantener el cuerpo caliente para salir a buscar el oro”, dijo emocionado el patinador, tras ganar el oro 19 de Colombia en los Juegos.
El de Lima es el cuarto triunfo de Pedro en el historial de las justas, que lo convierte, junto al squashista bogotano Miguel Ángel Rodríguez, en los reyes del historial panamericano de Colombia.
Con un registro de 24,701, el colombiano venció al venezolano Johan Guzmán que hizo 24,720 y al mexicano Jorge Luis Martínez, otro favorito, que marcó 24,777.
“Esta medalla tiene un significado muy especial, siento mucha alegría, tal vez antes era más rebelde, más irreverente, pero ahora, un poco más maduro, reconozco lo grande que es un triunfo para mí, para Colombia”, dijo el sanandresano, quien estuvo durante tres años dedicado al patinaje sobre hielo.
“Sumar este oro para la delegación me deja muy satisfecho y agradecido con Dios, porque puedo vivir de nuevo esta experiencia, sentir esta sensación tan bonita”, agregó.
El técnico Iván Alejandro Vargas, responsable del patinaje de velocidad, manifestó, por su parte, que “la felicidad es grande, estamos haciendo historia con Pedro, y todo esto es fruto del trabajo, esfuerzo y dedicación de un gran grupo de trabajo y del deportista. Hay que agradecerle a todos los que han estado al lado de nosotros, esto es una felicidad muy grande, una bendición y una alegría para el país”.
¿Qué tan fácil sería estar en la cima de un oficio, ser exitoso, y decidir dejar eso de lado para comenzar de nuevo?
Eso fue lo que hizo Causil una vez se consagró en el patinaje de velocidad, quien para cuando decidió darle un vuelco a su vida y carrera deportiva ya tenía 14 títulos mundiales, un palmarés que cualquier otro patinador en el mundo envidiaría.
Pedro se radicó en Medellín a los 15 años en busca de ser el exitoso patinador que siempre soñó ser desde que aprendió a correr sobre patines en el parqueadero del aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla de San Andrés.
Hasta 2016, es decir poco más de una década dedicado exclusivamente al patinaje en superficies convencionales, decidió incursionar en el hielo, una locura en la que persistió hasta convertirse en 2018 en el primer patinador colombiano en competir en unos Juegos Olímpicos de Invierno.
Ese era un desvelo que lo perseguía, pues al estar el patinaje excluido en los Olímpicos de verano, los patinadores colombianos, campeones mundiales a granel, nunca han logrado vivir la experiencia olímpica, esa que sí pudo experimentar en las justas invernales en Pieonchang, Corea del Sur, donde ocupó la casilla 20 en los 500 metros. Y aunque la mera clasificación, con menos de tres años de aprendizaje sobre el hiejo y compitiendo ante especialistas de alto nivel, era en sí un gran logro, Causil se mostró inconforme con el resultado fiel a su espíritu competitivo.
Hoy, Pedro buscará nuevamente lo más alto del podio, en los 500 metros, mucho más tranquilo de cómo asumió la de ayer, pues afirma que haber ganado le da mayor seguridad. Sobre él recae la responsabilidad de sumar otro oro que, para las proyecciones de Colombia, sería magnífico, pero después de tantas correrías él se sabe capaz de manejar esa presión.