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Yuberjen Martínez se despidió de Tokio con un diploma olímpico y el sabor amargo tras la eliminación en cuartos de final de los 52 kilogramos en una pelea que cada vez que mira queda más convencido de que fue el ganador, contrario a lo que vieron los jueces.
De nada valió el recurso legal que la Federación y el Comité Olímpico Colombiano presentaron al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y que contenía tres escenarios: declarar ganador a Yuberjen, anular el combate que disputó ante el japonés Ryomei Tanaka y/o permitir que Martínez fuera semifinalista en caso de que el nipón no pueda presentarse por disposición médica después de la paliza que le propinó el púgil de Urabá.
En la audiencia que terminó a la media noche de este miércoles en Tokio, el TAS desestimó la solicitud y mantuvo firme el resultado. El comunicado lo firman el presidente del panel, Manfred Nan, y los arbitradores Song Lu y Juan Pablo Arriagada.
Así termina este episodio que volvió a generar dudas en el manejo del boxeo olímpico en la historia, con decisiones localistas y en beneficio de las potencias, tal como ha sucedido con Cuba y Rusia, entre otros países. Y la necesidad de buscar ayudas tecnológicas para que haya más justicia, camino que siguieron la esgrima y otras disciplinas.
La polémica en torno al pleito de Yuberjen seguirá y si bien la mayoría de aficionados, además de expertos, apunta a que la decisión de los jueces fue equivocada, hay quienes aseguran que el japonés ganó bien.
A manera pedagógica
El reglamento de este deporte explica que la mecánica del juzgamiento en la rama aficionada, “estilo olímpico”, es diferente al del profesional y por eso, dicen algunos árbitros, “hay que aprenderlo a ver”.
Según ellos, que piden no mencionar sus nombres para evitar ser relacionados con el caso Yuber, los cinco jueces tienen un monitor con dos botones, uno rojo y otro azul (el color de las esquinas) y cuando observan un golpe bien ejecutado lo marcan y la señal llega a un computador que acumula las puntuaciones. “Es objetivo y no subjetivo, se puede observar que aquí el árbitro no recoge papeletas”. Añaden que en el pugilismo profesional, el juzgamiento es “subjetivo”, es decir, cuando termina un asalto el juez, con memoria fotográfica, recuerda lo que sucedió en el asalto y califica 10-9, o 10-8 y hasta 10-7.
“Las puntuaciones en el boxeo aficionado estilo olímpico son técnicas y tienen dos zonas que se llaman ‘oscuras y claras’. Las oscuras son las medias (abdomen) y las claras, la cara o a la cabeza. Los golpes técnicos, para que sean puntuados, son aquellos bien ejecutados y que tengan contundencia”.
Argumentan que el fanático puede ver golpes que llegan a su objetivo, pero no estuvieron bien ejecutados. Por lo regular los golpes en gancho o por fuera no son bien ejecutados porque pegan con la parte interna del guante (gualepa) y cuando el árbitro observa llama la atención.
“Conociendo estos elementos se puede apreciar mucho mejor un combate. Por último, todas las decisiones en el boxeo, profesional o aficionado estilo olímpico, son por apreciación. Los jueces son la autoridad para calificar, los aficionados solo observan, razón por la cual cuando finaliza un combate fragoroso y reñido, como el que disputaron Yuberjen y Tanaka, casi siempre generan polémica”.
Una controversia que aumentó “después de que se conocieran imágenes del japonés –reseñó la agencia Efe– saliendo desorientado y cargado por dos personas que luego lo subieron a una silla de ruedas para sacarlo del escenario”.
Tanaka tenía esta madrugada un duelo incierto (por su estado de salud) con el filipino Carlo Palaam, quien eliminó al campeón olímpico y mundial Shakhobidin Zoirov.
Tras perder su última “pelea” en Tokio, esta ocasión ante el TAS, Yuberjen empacó maletas para regresar a Colombia, donde hay un movimiento que le pide al Gobierno que le dé el dinero como si hubiera ganado la medalla de bronce.
El turbeño agotó los recursos en busca de justicia y seguirá sin entender “qué vieron los jueces”. “Puta robo”, exclamó en un video, un desahogo para él y para quienes lo vieron ganador.