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El litigio jurídico que pesa sobre la población de Belén de Bajirá fue la principal causa del desgano electoral en la jornada del domingo. Al cierre de las votaciones, según el preconteo a boca de urna, ni siquiera la mitad de las 4.414 personas inscritas para votar se había presentado a las mesas.
En la comunidad antioqueña de Bajirá causó desazón el reciente fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, que ordenó a la Registraduría el traslado del puesto de votación de la jurisdicción de Antioquia a la de Chocó, el pasado 20 de febrero. Esto significó que los ciudadanos que antes elegían representantes a la Cámara antioqueños, ahora tuvieron que elegir corporados chocoanos.
“Fue una vulneración a nuestros derechos, llevábamos cerca de 10 años votando a la Cámara por Antioquia, y no teníamos procesos con los aspirantes de Chocó”, se lamentó Hernán Pérez, uno de los líderes que representa los intereses paisas.
En varias esquinas de Bajirá la gente se reunió para decir que ya no votaría, en protesta por la situación. Y aunque al final no se trató de un movimiento organizado, según pudo comprobar EL COLOMBIANO, sí se notó un aparente desánimo que influyó en una baja votación.
Fue por esto que, a diferencia de otros lugares, no hubo escasez de tarjetones. Muchos se quedaron vacíos. “El no voto que impulsaron algunos dirigentes antioqueños es un adefesio, porque eso no reversa el fallo del Tribunal”, dijo Henry Chaverra, líder chocoano del Comité Pro Defensa.
La situación tensa llevó a la Fuerza Pública a tomar medidas extremas. En la Institución Educativa La Unión, donde se instalaron las 13 mesas, hubo más policías y militares que jurados de votación. Los uniformados temían que se incitara a la agitación pública, pero hay que reconocer que los bajirenses se comportaron a la altura y las elecciones fueron pacíficas. Ni siquiera el Eln y el Clan del Golfo, que delinquen en el sector, alteraron la tranquilidad.
Más allá de la disputa territorial, esta jornada puso de nuevo la lupa en las urgentes necesidades de los bajirenses: ni una sola calle pavimentada, escuelas deterioradas, acueducto deficiente y desempleo a granel, son males que agobian tanto a chocoanos como antioqueños. “Hay que decirles a los congresistas que no solo vengan a Bajirá por los voticos, que se acuerden de nosotros después de la elección”, exhortó Carlos Urrea, presidente de la JAC.
Las autoridades no reportaron denuncias formales por delitos electorales. Eso no quiere decir que no se presentaron coqueteos de políticos maliciosos. Varios pobladores, quienes pidieron la reserva de identidad, dijeron que les ofrecieron $50.000 por el voto, pero al final les incumplieron. Una de ellas, trapeando una habitación en medio del lacerante sol del mediodía, confesó: “perdí la ida al puesto de votación, porque esos muchachos no me dieron plata”.
- “¿Pero usted sí creyó que le iban a dar plata por un solo voto?”, le preguntó este periodista. “Pues claro, eso ya lo habían hecho antes”, replicó la mujer, negándose a decir cuáles políticos la buscaron en esta abandonada, dividida y necesitada tierra de Belén de Bajirá.