Cuando los personajes superan el trabajo de los actores

Muchos artistas quedan marcados por las series o películas que
han protagonizado. Es el caso de Jim Parsons como Sheldon Cooper.

Jim Parsons fue Sheldon Cooper por 12 años en The Big Band Theory. Ahora es el protagonista de Hollywood. FOTOS Netflix y Warner

Arnold Schwarzenegger ha sido gobernador de California, campeón mundial de fisiculturismo, participó en películas de comedia (Twins, en 1988, al lado de Danny De Vito) y fue villano en la saga de Batman. Sin embargo, siempre será Terminator, por su rol protagónico en cinco de las películas sobre el robot que viaja en el tiempo. Lo recuerda, ¿cierto?

Igual sucede con el inglés Daniel Radcliffe, que a los 12 años se puso la capa de Harry Potter y lo interpretó en ocho películas sobre el mago, y que pese a que en su lista de películas aparecen más de 10 títulos, para el público siempre seguirá siendo Harry Potter.

En cambio, el periodista y crítico Diego Agudelo elogia el trabajo de Radcliffe, de quien dice ha sabido desligarse de Harry Potter por los papeles que ha escogido, que son inusuales, y además ha hecho una carrera interesante en el teatro.

El caso más reciente de esa asociación entre personaje y actor es el de Jim Parsons, el recordado Sheldon Cooper de la comedia The Big Band Theory, en la que estuvo 12 años al aire (en igual número de temporadas) y que ahora es el personaje principal de la serie Hollywood, de Netflix, que recrea cómo era la meca del cine en los años 40.

Parsons interpreta a Henry Wilson, un representante de actores capaz de usar su poder para abusar sexualmente de ellos. Pese a la fuerza del rol y una caracterización diferente a la del nerd en The Big Band Theory, por sus gestos y apariencia física es difícil n0 asociarlo con la comedia que terminó en 2019.

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Sobre este caso en particular, Agudelo comenta que en Parsons es más que evidente esa marca que dejan los roles, porque su personaje en Hollywood “es tan chocante como Sheldon Cooper y no se aleja del estilo de su personalidad”.

Costoso precio

Para el periodista, curador digital y docente Camilo Calderón, en muchos casos el éxito de estos personajes termina afectando sus carreras. “Los encasilla en especial cuando el reconocimiento lo alcanzan muy pronto. No sucede con los actores que han pasado por varias producciones y luego llegan a un papel que los hace destacar”.

Considera que también hay fallas interpretativas propias del actor y cita el caso de Keanu Reeves del que cree que siempre actúa igual, algo que también se dice de Tom Hanks. Lo mismo le sucede con el argentino Ricardo Darín. Señala que pese a ser un gran actor, siempre recurre a las mismas caracterizaciones.

Sobre esa particularidad de quedarse en la piel de un rol, Diego Agudelo trae de ejemplo al actor británico Henry Cavill: “Aunque sus películas de Superman son un desastre y no son tantas, tiene la maldición del superhéroe, siempre lo voy a ver como el Hombre de Acero, me queda duro imaginarlo en otro papel”.

Habla también de Kit Harington, que tras interpretar a Jon Snow en ocho temporadas en Juego de Tronos “le queda difícil desprenderse del papel. Si es tan inteligente como Robert Pattison, que superó el rol de vampiro de Crepúsculo, puede prosperar”.

Sobre el caso del británico Hugh Laurie (Doctor House) opina que el actor tiene una personalidad que supera la interpretación. “Es además un escritor muy brillante y hace música que le demuestra a sus fans que es polifacético”.

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No les funciona

Juancho Parada, blogger de entretenimiento, menciona el caso de la actriz Katherine Heigl, la doctora Izzy en Grey’s Anatomy, que tras varias temporadas en la serie médica decidió retirarse y su carrera se vino a pique después de su partida “por malas elecciones en su carrera”. En su caso pesaba más el personaje que la actriz.

Parada cree que hay intérpretes a los que el público no les cree cuando cambian de rango como le sucedió a Michael J. Fox, que encajaba muy bien como adolescente torpe en Volver al futuro, pero que pese a su rol en la serie Spin City la gente no lo identificaba como villano o antagonista.

Para algunos actores sus personajes se han convertido en pesadilla y han opacado sus carreras. ¿Sucederá los mismo con Jim Parsons y su alter ego Sheldon Cooper? .