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“Todos quieren ser un espartaco”
El actor neozelandés Manu Bennett es uno de los invitados a la feria Comic Con.
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Espartaco es una serie de televisión británica hecha en Nueva Zelanda en 2010. FOTOs Cortesía
16 de noviembre de 2018
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Desde el jueves está en la ciudad. En la noche fue al Atanasio Girardot a ver el partido entre el DIM y Bucaramanga. Desde occidental, con la barra roja, gritó: ¡Vamos, vamos, Medellín!
“Fue emocionante estar entre la multitud”, comenta el actor neozelandés Manu Bennett, una de los principales personajes que estarán este año en la feria Comic Con Colombia, que se realiza desde hoy y hasta el domingo en Plaza Mayor.
Es conocido por papeles como Deathstroke en Arrow, Crixus en Espartaco, y su interpretación del villano Azog, en la saga The Hobbit.
El año pasado protagonizó la serie de MTV, The Shannara Chronicles. Hoy estará en la “ciudad antigua entre montañas” –como describe a Medellín–, acompañado de sus seguidores. Fotos y autógrafos, como los espartanos.
Es identificado en el papel de hombre grande, rudo. ¿Le molesta?
“Tengo piel morena y represento ciertos estereotipos, personajes fuertes. Hay seguidores que te asocian con eso, pero también es necesario que lo hagan. A veces la gente espera que vuelva a mi papel de Crixus, el espartaco, porque todos quieren ser él. Pero estar en la pantalla significa estar más allá de tu papel; es identificarse y dar personajes reales. Eso es lo que me preocupa cuando hago mis roles”.
¿Cómo llegó a ser actor “de alto rendimiento”?
“Desde pequeño, en Nueva Zelanda, hice mucho atletismo y era competidor nacional. Jugué rugby e hice actividades extremas. Creía que iba a ser un buen deportista. Tuve un accidente de carro en el que murió mi madre y mi hermano y yo quedé en coma durante dos semanas. Encontré que el piano y el ballet, y el arte en general, eran los medios para dirigir mis problemas”.
¿Televisión o cine?
“El televidente puede desarrollar contigo una relación más cercana porque hay un periodo de tiempo más grande. En las series la gente empieza a mirarte y tú lentamente vas creando el personaje. La experiencia en cine es distinta. Trabajar con directores como Peter Jackson (The Hobbit), en producciones de 200 millones de dólares, es otro cuento”.
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