Desde hace un tiempo el séptimo arte tiene competencia y bastante fuerte. Ese invento que fue llamado por algunos “la caja boba”, ahora cuenta con el respaldo de aclamados directores y actores, pero, lo más importe, de millones de fanáticos que influyen para que en las series se invierta cada vez más dinero.
Es un debate que se da continuamente, así como cuando grupos de amigos o desconocidos se reúnen a construir teorías o discutir sobre los supuesto desenlaces de alguna de las miles de producciones que hay en la actualidad. Precisamente por esto, cuatro críticos y conocedores de la televisión, y más del mundo de las series, ofrecen sus percepciones.
Grandes en cine y TV
Para Hernán Arango hay que tener en cuenta que muchos directores grandes del cine, como Martin Scorsese (Toro Salvaje, Taxi Driver, El Aviador), aparte de que siguen con su carrera cinematográfica, han incursionado en la dirección de las series.
“Él fue quien dirigió el capítulo piloto y estuvo detrás de toda la serie Boardwalk Empire y como él muchos otros. Pienso que es el mismo lenguaje, con la misma calidad e igual reconocimiento que el cine, porque antes las series tenían un tipo de actor y el cine otra, los de televisión con mucho menos cartel y el cine con gran envergadura. Ahora no”, expone.
En este sentido, las series están utilizando los mismos valores cinematográficos, pero con un punto a favor y es que cuentan con más tiempo de elaboración. No obstante, Arango explica que el cine sigue teniendo más profundidad, ya que las series por ser una producción de consumo masivo no lo permiten, requieren más ligereza.
“Entonces ves series muy buenas, pero en el desarrollo de las subtramas pierden fuerza y contundencia porque tienen que rellenar horas y horas, ves a Breaking Bad con Walter White y Jesse, con historias tremendas, pero precisamente por rellenar tienen que presentar otros personajes: la esposa, el hijo de White, y es ahí donde pierde calidad”, afirma Arango.
Además, resalta que claramente es mucho más sencillo producir 13 capítulos para una serie de televisión, que 13 episodios de una película.
Por otro lado está el crítico de cine y televisión Rafael París. “Son igual de buenas, pero ha habido épocas en que esas percepciones han variado, durante mucho tiempo la televisión solo era entretenimiento simple, mientras el cine era el terreno de los intelectuales. Hoy son más o menos lo mismo, siendo cada una muy distinta en su forma, pero pienso que un buen director debería ser capaz de contar una buena historia utilizando el cine o la televisión”.
Sin embargo, es innegable que hay un auge bastante visible y esto tiene sus motivos, en realidad, dos, según explica París. Primero: La aparición de HBO y los demás canales por suscripción hicieron que se pasara drásticamente de esa época en que solo habían tres canales en la televisión a tener 400 o más especializados para diferentes gustos y edades.
“Lo segundo sería el internet que es un factor muy fuerte porque está permitiendo que la vida sea distinta y que uno pueda trabajar desde la casa y, la televisión siempre ha estado asociada con la casa. En Europa y Estados Unidos muchas personas trabajan desde allí y eso les permite estar en un ambiente más propicio para ver series de televisión.”, concluye Rafael París.
Internet y comodidad
Y puede que sea la comodidad que genera el tener en cualquier dispositivo móvil las series del momento y se puedan reproducir en cualquier espacio, que las personas les ocasione pereza el hecho de tener que transportarse desde su casa hasta donde el cine esté ubicado, hacer la fila, esperar los avances de las nuevas producciones.... Entonces, ¿será posible que estos hechos permitan que la industria cinematográfica pase a un segundo plano frente a la TV?
“No hay comparación, porque hay películas que logran transformar tu mirada, por algo es un arte. El tema acá se trata de consumo. No hay una mejor o peor, el cine sigue manejando su línea tradicional de consumo, independientemente de la calidad de la película, mientras que por las series empieza a actuar muy fuertes los contenidos por demandas, lo que el público quiera”, dice Alejandro Muñoz, docente de Periodismo y Comunicación Audiovisual.
Explica que no se puede dejar a un lado quien marcó un punto radical: Netflix, pues es una plataforma de administración, producción y divulgación de las series, que ha creado nuevas relaciones con los públicos y está en sintonía con lo que quieren.
“Ahora las series también tocan temas que trascienden, pero otras solo se pueden ubicar en la línea basura. Además es un fenómeno que está muy ligado con generaciones específicas, esas mismas que ha delimitado el mundo del mercado, millenials y centennials, no están en puntos estratégicos, están por todas partes”, dice Muñoz.
Aunque las series de TV hoy en día compiten en profundidad y estética con las películas, “pues cuentan con las posibilidad narrativa de profundizar y parecer más a una novela literaria en el que se puede articular un universo complejo y completo, el cine tiene la ventaja de la concentración, del espacio dedicado solo a la película”, opina Ernesto Correa, Coordinador del pregrado de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Antioquia.
No hay que olvidar que Alfred Hitchcock produjo una de sus mayores obras maestras, Psicosis, con actores de una pequeña serie que dirigía con poco presupuesto. Es claro que sí estamos en un boom de series bien producidas, complejas y profundas, sin embargo, así sean sus muchas cualidades como los críticos resaltan, también afirman que les queda mucho camino por recorrer. El cine sigue siendo el consentido de las pantallas.