De nuevo, el Pacífico colombiano es el protagonista de una película nacional, El vuelco del cangrejo, el cual acaba de terminar rodaje e inicia su etapa de edición.Dirigida por Óscar Ruiz Navia, esta se rodó en cinco arduas semanas en la población de La Barra (Valle del Cauca).
Este largometraje filmado en S16 milímetros, aun requiere de algunos fondos para su finalización y exhibición. Para ello, sus productores aplicarán a diversos fondos nacionales e internacionales en busca de los recursos.
El vuelco del cangrejo es el debut del director y guionista Óscar Ruiz Navia y primer largometraje de la productora caleña Contravía Films.
El reparto de la película cuenta con dos actores de la ciudad de Cali, Rodrigo Vélez y Jaime Castaño, quienes interpretaron a los foráneos de la historia, y el talentoso Arnobio Salazar Rivas conocido por muchas personas de la región como “Cerebro”, quien interpreta a un antiguo pescador que hospeda turistas provenientes del interior del país.
Una historia y un director
El vuelco del cangrejo se desarrolla en La Barra, allí Cerebro, líder de los nativos, enfrenta fuertes contradicciones con el Paisa, poderoso terrateniente que planea la construcción de un hotel en la playa.
Daniel, un citadino extraño y silencioso, llega una tarde y permanece varios días en el sitio a la espera de una lancha clandestina que pueda sacarlo del país. Una niña (Lucía) y dos adolescentes (Miguel e Israel), necesitados de dinero, son los únicos que intentan ayudarlo, pero conseguir una embarcación tomará más tiempo de lo planeado.
La paciencia de Cerebro poco a poco se agota cuando una mañana El Paisa instala dos gigantescos bafles en la playa y comienza la construcción de una barrera que dividirá el territorio. Daniel, intentando partir, quedará atrapado en la crisis del pueblo, cuya población se resistirá a desaparecer con la inminente llegada del progreso.
Según Óscar Ruiz Navia, director y guionista, “esta película propone el viaje, una de las historias más antiguas como principio narrativo. Se sugiere una necesidad de cambio, una huida inaplazable en busca de otro camino, una reescritura de lo perdido y olvidado”.
Y agrega: “Quise escribir una película en la que un hombre despojado de su pasado encuentra un lugar en el que hay otra velocidad, una vida al margen dictaminada por las leyes de la naturaleza, un territorio que tambalea pues afronta la paradójica idea de ‘progreso’. Es una película sobre la libertad, sobre la perdida de referentes humanos, estéticos y políticos en un país que sucumbe ante lo banal”.
“El vuelco del cangrejo” contó con la participación de la comunidad de La Barra, un pueblo en el norte del Valle del Cauca habitado por una ancestral comunidad afrodescendiente, quienes prestaron servicios de alojamiento, alimentación y transporte, además de aportar dentro del equipo técnico cerca de 10 jóvenes del sector, como técnicos, asistentes y utileros quienes meses antes hicieron parte del taller de video Minutos cerca al mar.
