La Otan y las fuerzas afganas anunciaron ayer que renunciarán al uso de la artillería pesada en la ofensiva antitalibán que realizan desde hace cuatro días en la provincia sureña de Helmand, para evitar bajas civiles como las registradas el domingo, cuando 12 personas perdieron la vida.
A pesar de estas intenciones, la Otan informó ayer de otras cinco muertes civiles, luego de un ataque aéreo en la provincia de Kandahar.
Sin embargo, el ministro afgano de Interior, Mohamed Hanif Atmar, reafirmó la medida y añadió que la fuerza aliada estará en contacto con los ancianos notables de la zona para "consultarles" sobre la táctica militar a seguir por las tropas.
El Gobierno también invitó a los insurgentes que resisten en el feudo talibán de la provincia sureña de Helmand a que se acojan a la oferta de reconciliación nacional, tras advertirles que los combatirá hasta asegurarse el control de la zona.
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