El presidente del Congreso del estado mexicano de Guerrero fue asesinado ayer por presuntos sicarios, tras un año de la firma de un acuerdo nacional por la seguridad que no ha reducido la violencia en el país, causante de más de siete mil muertos en los últimos 12 meses.
Armando Chavarría Barrera, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), recibió un disparo de bala de nueve milímetros en la cabeza y otro en el abdomen cuando salía en automóvil de su domicilio en Chilpancingo, capital de ese estado del sur mexicano.
La víctima, que se perfilaba como candidato a gobernador del estado, había sido secretario de Gobierno de Guerrero desde 2006 hasta el 6 de mayo de 2008, cuando dimitió a raíz del asesinato de 17 ganaderos, en un crimen cometido por narcotraficantes.
Por otro lado, E.U. anunció el inicio de un proceso contra 43 personas vinculadas al narcotráfico mexicano e implicadas presuntamente en el contrabando de cientos de toneladas de cocaína y miles de millones de dólares desde Colombia y América Central hasta Canadá.
Los nuevos cargos, que afectan a diez importantes cabecillas del narcotráfico mexicano, fueron anunciados por el Fiscal General, Eric Holder.
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