La violencia irrumpió ayer en la campaña electoral iraquí con los estallidos de dos carrosbomba y de un cinturón de explosivos que llevaba un suicida, ocurridos en la ciudad de Baquba, que causaron 32 muertos y 48 heridos.
El primer atentado se produjo cuando dos carrosbomba conducidos por suicidas estallaron de manera simultánea cerca de dos edificios administrativos de Baquba, capital de la provincia de Diyala, situada a unos 60 kilómetros al noreste de Bagdad.
La Policía informó de un tercer vehículo con explosivos que fue desactivado por las fuerzas armadas.
Más tarde, un suicida detonó el cinturón de explosivos que llevaba unido al cuerpo ante un grupo de policías a la entrada de un hospital público, que recibía a los heridos de las explosiones anteriores.
Ese tercer atentado iba dirigido contra el jefe de la Policía local, general Abdulhusein al Shemri.
Se trata de la serie de ataques más sangrienta desde que comenzó la campaña electoral en Irak el pasado 12 de febrero y que este domingo definirá una nueva formación gubernamental.
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