China calificó este domingo como un éxito sensacional el máximo encuentro turístico de su historia, la Feria Mundial de Shanghai, a la cual asistió la cifra récord de 72 millones de visitantes para presenciar un bufé de culturas y tecnologías para la sustentabilidad urbana.
La muestra, de seis meses, tuvo el propósito de exhibir el surgimiento de China como una potencia industrial moderna. Atrajo principalmente a visitantes locales, muchos de los cuales eran personas ordinarias de diversas provincias, que llegaron como turistas en autobuses y colmaron los hoteles, estaciones del metro y otros lugares públicos de la ciudad.
Algunos visitantes tuvieron que esperar hasta 10 horas para ingresar en algunos pabellones populares nacionales, además de que soportaron las altas temperaturas del verano meridional, largas caminatas y otros inconvenientes para lo que podría ser la única oportunidad en su vida de tener contacto directo con lugares y personas del extranjero.
El primer ministro Wen Jiabao elogió este domingo la feria como un "acontecimiento espléndido" que "en verdad unió a personas de todas partes del mundo".
Los puntos interesantes de la feria incluyeron la famosa escultura danesa de "La Sirenita", un paseo en un vehículo por cable en las alturas por la réplica de un paisaje alpino en el pabellón suizo, famosas pinturas impresionistas del Louvre en el pabellón francés y entretenimiento cortesía del Cirque du Soleil de Canadá.
"Gracias a la feria, personas como yo, que nunca habríamos tenido la oportunidad de viajar al extranjero, podemos tener la experiencia de conocer todo el mundo", indicó Zou Aiguo, un jubilado de la provincia de Jiangxi, ubicada en el centro de China. Zou recibió como regalo el viaje a la feria de parte de su hijo.