Un audio revelado este domingo por la revista Cambio destapó una denuncia que desde 2021 está en poder de la Fiscalía contra el empresario de entretenimiento Ricardo Leyva, quien habría admitido tener fotos y un video íntimo de una mujer. Pero no solo ello: es señalado de supuestamente mostrar el material a terceros y usarlo como amenaza para perjudicar al entonces esposo de ella, a quien consideraba su enemigo.
Este nuevo capítulo agrava aún más el perfil de denuncias en torno a Leyva, el mismo que habría cedido a Armado Benedetti el contrato de leasing habitacional de una vivienda de alto costo en Puerto Colombia y cuya empresa —Ave Fénix Entretenimiento S.A.S.— recibió, semanas después de esa cesión, por parte de RTVC un contrato cercano a los 8.000 millones de pesos para organizar un evento cultural en el marco de la cumbre de la CELAC.
Esta es la segunda denuncia que revela Cambio en las últimas semanas sobre Leyva. La primera fue el fin de semana pasado y en ella Karen Santos —exesposa del empresario y quien también trabajó en la industria musical— aseguró que vivió un ciclo de violencia extrema mientras estuvo casada con Leyva. Según su relato, durante el matrimonio, que duró cinco años, Leyva la golpeó brutalmente, la humillaba, la perseguía con armas blancas y ejercía un control psicológico que la dejó aislada, sin recursos y en riesgo extremo.
La nueva revelación se remonta a hechos que ocurrieron en diciembre de 2021, la tarde en que Natalia Rendón (una asesora de imagen) se encontró frente a frente con Leyva en una de las zonas sociales del Club El Nogal. La mujer llevaba meses intentando confirmar un rumor que circulaba entre socios: que él tenía fotos íntimas suyas, las había mostrado en el club e, incluso, estaba considerando subirlas a redes sociales.
Grabó la conversación y de inmediato puso la denuncia formal ante la Fiscalía.
En la conversación, que Cambio dio a conocer este domingo 7 de diciembre, Rendón le preguntó directamente a Leyva si poseía imágenes y videos íntimos suyos. Leyva no lo negó. Por el contrario, según el audio admitió que conserva fotos y “un video íntimo”, que había obtenido a través del polémico publicista Juan José Rendón (JJ Rendón), que las revisó recientemente y que, aunque no las había publicado, sí se las mostró al menos a “una persona” dentro del club.
Durante la conversación, Leyva sostuvo que guarda esas imágenes para “joder” a Guillermo Gutiérrez (quien entonces era el esposo de Natalia), un hombre a quien asegura odiar y contra quien dice estar dispuesto a usar el contenido íntimo de la mujer como herramienta de presión.
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La mujer insistió varias veces en que el material es privado, que no dio ninguna autorización y que exhibirlo constituye una violación a su intimidad. Leyva, entonces de 64 años, responde que puede “subirlo a redes si le da la gana” y que no le importa lo que pueda pasar siempre y cuando pueda afectar a Gutiérrez, a quien acusa de robarle dinero, relojes y pertenencias personales.
- “Tengo un vídeo íntimo tuyo que no lo he subido a redes. Esta foto se la mostré solo a un personaje”, le reconoció.
- “¿Y para qué lo hiciste si eso es una foto íntima?”, le increpó ella.
- “No, (la) foto me llegó. La puedo subir a redes si me da la fucking gana. Que me demande ese hijo de puta de Guillermo Gutiérrez”, respondió Leyva.
En la conversación, el empresario menciona que obtuvo las imágenes por terceros —incluyendo supuestos enemigos de Gutiérrez— y que decidió conservarlas como un mecanismo para atacarlo si consideraba necesario. La mujer, visiblemente nerviosa, intenta comprender por qué su intimidad está en medio de lo que él mismo describe como una disputa personal entre hombres con cuentas pendientes.
- “¿Y por qué tú guardas esas fotos mías y son íntimas? ¿Por qué no las borras?”, le insiste ella.
- “Para joder a Guillermo Gutiérrez que lo odio, lo detesto, es un hijo de puta. Y el día que se vuelva a meter conmigo, lo jodo a él contigo. Dile a Guillermo Gutiérrez que es un hijo de puta. Ladrón. Se robó mis relojes. Se robó mi plata. Se robó todo. Lo odio a ese cabrón”, le responde Leyva.
La mujer incluso le reclamó que en la mesa en la que estaban sentados personajes como Andrés Pastrana, Luis Pérez y Javier Rodríguez, él hubiera mostrado la imagen íntima. Leyva reconoció que solo enseñó las fotos a “Javier”. Ella le recordó que se trataba de un acto que vulnera su privacidad.
La conversación también derivó en acusaciones cruzadas sobre relaciones pasadas, conflictos personales y supuestos episodios de violencia entre terceros (incluido los maltratos que ahora su esposa reveló). En varios momentos, Leyva asegura tener grabaciones y pruebas sobre disputas económicas y familiares en torno a Gutiérrez, lo cual mezcla con su decisión de retener el material íntimo de la mujer como una forma de influencia.
“Yo puedo joder a ese cabrón cuando se me dé la gana. Yo a Guillermo hasta lo puedo meter a la cárcel. Sé de toda su porquería porque me he dedicado a investigarlo. Lo puedo meter a la cárcel”, le advirtió Leyva antes de asegurarle que “no me preguntes por qué, pero tengo más (fotos)”.
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Hacia el final del audio, la mujer insiste en ver el video que él dice tener; Leyva se niega. Ella recalca que no comprende cómo él pudo obtenerlo ni qué lo llevó a convertir su vida privada en un arma ajena a ella. Él, por su parte, remata diciendo que siente “placer” al imaginar las consecuencias que ese material podría tener para su adversario.
Según recogió Cambio, fotos que hacen parte de la intimidación fueron tomadas en el 2020 cuando, según Natalia, “JJ Rendon se aprovechó de su vulnerabilidad para hacerle unas ‘grabaciones y fotografías de carácter sexual’ en contra de su voluntad”. Cuestionado por ese mismo medio, JJ Rendón “dijo que nunca ha compartido ningún tipo de archivo con Leyva porque no tiene ninguna relación con él”.