Los restos de dos vehículos incinerados y a los que la comunidad aún intenta sacarles lo poco que les quedó sirviendo, el paro de los buses de la zona, la tensión y la zozobra, hacen parte del ambiente que se vivía ayer en el sector de La Silla, en el Popular 1.
Ambiente que se vive luego de la asonada registrada el pasado jueves por la muerte de un líder del sector, hecho que ocasionó un enfrentamiento más entre las bandas de La Galera y La Silla, dejando como resultado tres personas heridas y dos vehículos destruidos, lo que obligó la intervención de la Policía.
Por su parte los conductores de los buses de las empresas Autocol y Transconor, que recorren los barrios de la Comuna 1, pararon sus vehículos a manera de protesta por la difícil situación de seguridad que viven a diario.
"En este barrio siempre ha habido conflictos y en este momento la situación está muy crítica, nosotros estamos siendo afectados y estamos siendo involucrados en el conflicto y no tenemos nada qué ver, lo único que hacemos es trabajar y queremos prestar un buen servicio, no queremos que nos bajen la gente de los carros", señala un conductor que solicitó la reserva de su nombre, refiriéndose a los continuos hostigamientos por parte de los ilegales a los pasajeros de los buses.
"Nosotros tenemos que pasar por cada sector y en cada uno hay una banda diferente, entonces por el hecho de yo vivir o trabajar para este lado soy catalogado por decir algo como 'galero' o como de 'la ocho' o como 'estrella roja' y eso no es así", dijo el conductor, quien junto a unos 100 conductores más dejó de prestar ayer su servicio a la comunidad, afectando a los habitantes de barrios como La Galera, Popular 1 y Santo Domingo Savio.
Para el alcalde Alonso Salazar la comunidad está siendo manipulada. "Lo que pasa es que hay unos bandidos moviendo a la comunidad, presionando para que protesten en contra de la Policía, están manipulando a la gente. En el caso de que la comunidad dijera que no quiere Policía, eso no está en discusión, la Policía está ahí y no va a irse", señaló.
Situación que preocupa también al personero de Medellín, Jairo Herrán Vargas. "Se venía manejando la variable de enfrentamientos de un grupo contra otro o entre los integrantes al interior de un grupo, y la presencia de la fuerza pública para controlar la situación, lo que preocupa es que ahora hay un nuevo elemento y es la comunidad. El hecho es que la gente reacciona y aparece una comunidad que está respaldando o protegiendo a miembros de un combo determinado", declaró Herrán, quien advirtió que la situación de orden público que se vive en algunos barrios se debe mirar con atención, pues puede "ser aprovechada por grupos ilegales de más alto calado como las Farc, quienes han tratado de hacer presencia en la ciudad".
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