En un poco más de diez años los colombianos pasaron de consumir una copa de vino al año a prácticamente un litro.
Las cuentas de soporte las saca José Antonio Echeverri, gerente de Dislicores, quien se apoya en las estadísticas de la Asociación Colombiana de Importadores de Licores y vinos (Acodil) y Bavaria.
Al combinar estas fuentes se aprecia que en 2008 fueron importados 9,7 millones de litros de vino, que se complementaron con una producción nacional de 13,5 millones de litros.
Esto suma 23,2 millones de litros, para repartir entre los 29,3 millones de colombianos mayores de 18 años, que están legalmente autorizados para ingerir licor. Así las cosas el consumo de vino resulta ser de 0,8 litros por persona. Toda una conquista, comparada con la época en que la medida se hacía "por sorbos".
Buena parte de la mayor penetración del vino se debe al trabajo que han realizado las grandes cadenas comerciales.
En el caso de Almacenes Exito la historia la conocen bien Mario Puchulú, enólogo argentino, con 22 años en Colombia, de los cuales lleva nueve como asesor de esta organización, y Giovanny Velásquez R., administrador del negocio de Licores.
Allí todo comenzó en 1998. Ese año el Exito vio el gran potencial que tenían las ventas de electrodomésticos y vinos.
Despegaron, entonces, vendiendo 250 referencias de 75 marcas, en un área de 8 metros lineales. El grueso se importaba de Chile y algo de Argentina. En aquellos tiempos el consumo era esporádico. Una copa el día de la madre, otra el día del padre, una más en Navidad... y pare de contar.
Hoy es distinto. La organización adquiere al año 55.000 millones de pesos en vinos. El comprador puede acceder a 1.250 referencias, de 420 marcas. Y de 8 metros lineales de exhibición se ha evolucionado a 50.
El 42 por ciento de su oferta son vinos chilenos; el 29 por ciento son argentinos; y el 8 por ciento españoles, que han ido desplazando a los franceses.
Los paladares se inclinan por los vinos tintos, que pesan un 75 por ciento en la facturación; le sigue el blanco, con 22 por ciento; y remata el rosado, con 3 por ciento. Esta estructura de consumo en las ventas del Grupo Exito no difieren mucho de lo que pasa en el mundo.
En la cadena francesa Carrefour se dan cifras semejantes. En estos almacenes el vino tinto capta el 80 por ciento de las ventas. Le siguen el blanco, con el 17 por ciento, y cierra el rosado, con una participación del 3 por ciento.
El Exito resalta la creciente demanda del vino rosado, con un incremento del 62 por ciento entre 2008 y 2009. Para muchos consumidores esta es como la puerta de entrada al mundo de los vinos.
Parte de la mayor aceptación del vino tinto se asocia con el hecho de que un consumo moderado, como una copa diaria, ayuda a la prevención de problemas cardiovasculares.
El consumo aumenta y los precios siguen cayendo. Hoy se encuentran botellas desde 8.900 hasta 300.000 pesos. Este factor económico ayuda a la masificación del vino. Cada vez más deja de ser de ocasión, para tener una presencia cotidiana en la mesa, para acompañar el almuerzo, la cena, una pizza, un sánduche, una tabla de quesos y hasta un antojo romántico.
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