Frente a un entorno internacional que todavía no encuentra una salida definitiva, América Latina y el Caribe han visto cómo el crecimiento de sus economías se ha venido deteriorando progresivamente. Sin embargo, a partir del segundo trimestre de 2013 se registra una leve y lenta recuperación.
Ello obligó a la CEPAL a revisar los estimativos de crecimiento hechos a mitad del año. En ese momento la entidad pronosticaba que la región crecería 3 por ciento en promedio. El nuevo estimativo es de sólo 2,6 por ciento.
Entre los factores que explican dicho comportamiento están el menor dinamismo de la demanda externa -producto de la lenta recuperación de los países desarrollados y la desaceleración de China-, la mayor volatilidad financiera mundial y la caída del consumo en los países latinoamericanos.
La todavía difícil situación que presentan los mercados mundiales ocasionó un deterioro generalizado de los términos de intercambio, disminución en la que la caída en el precio de los productos básicos fue determinante para una región que tiene, en su comercio de exportación, una alta dependencia de los mismos.
Por este motivo, el déficit comercial aumentó al pasar de 1,8 por ciento del PIB en 2012 a 2,5 por ciento en 2013.
Como resultado de un crecimiento del PIB tan magro, la tasa de desempleo promedio de la región tuvo una ligera reducción: pasó de 6,4 por ciento en 2012 a 6,3 por ciento en 2013. Adicionalmente, los salarios reales no registraron mayor crecimiento. Sin embargo, el consumo interno sigue siendo el componente de gasto que sostiene el crecimiento de las economías latinoamericanas.
Según la CEPAL, la desaceleración económica que ha presentado la región en estos últimos años ha afectado la situación de los grupos de menores ingresos.
Particularmente, se establece que, a pesar de que en el año 2012 se registró, respecto a 2011, una caída en los niveles de pobreza e indigencia de 1,4 y 0,3 por ciento respectivamente, en 2013 las cosas no resultaron tan positivas.
Aunque en este año la pobreza en la región disminuyó ligeramente (0,3 por ciento), el número de pobres continuó siendo el mismo de 2012, esto es, 164 millones de personas. Por su parte, la indigencia tuvo un aumento de 0,2 por ciento, lo que implicó que el número de personas afectadas por este fenómeno pasara de 66 a 68 millones.
Estos resultados han llevado a que se frene la tendencia a la baja que, desde principios de la pasada década, presenta la pobreza en Latinoamérica. Por su parte, la distribución del ingreso, que también venía mejorando, presentó un leve incremento en el grado de concentración, en algunos países.
El ligero deterioro en los indicadores sociales se da de la mano de una tendencia a la contracción relativa del gasto público en estos rubros.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, reconoce que la región necesita más inclusión y más bienestar. Pero, infortunadamente, el comportamiento económico reciente no augura un mejoramiento sustancial en materia social.
Para el próximo año se estima que América Latina y el Caribe crecerán 3,2 por ciento, producto de mejores condiciones externas y de un consumo privado que sigue soportando la demanda interna.
Para no perder los positivos logros sociales alcanzados hasta ahora, los gobiernos de la región tienen el reto de asegurar un crecimiento más firme que facilite la reducción de la pobreza y que no atente contra la igualdad.
La estrategia para la superación de la pobreza nos permite ser optimistas
Por Beatriz Linares Cantillo
Directora de la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema (Anspe)
El crecimiento de América Latina, que estuvo por debajo de lo esperado, no afectará el mejoramiento, que en el caso colombiano, se ha registrado en las condiciones de vida de la población. El informe de la Cepal promedia el crecimiento económico de la región y evidentemente se presenta una baja, pero en el caso colombiano, por tener la estrategia de superación de pobreza, que sigue a plena marcha, no habrá un retroceso social. No es que vaya a sumar tampoco al promedio de la región, pero por lo menos no va a bajar.
El problema es que lo meten a uno en el paquete completo, pues se habla del promedio y esto hace que los procesos que se viven en cada país, en la lucha contra la pobreza, se invisibilicen.
Aquí, con la entrega de las 100 mil viviendas gratis, con el acompañamiento de los hogares uno a uno, ya vamos en 120 mil familias promovidas, en los dos últimos años; es decir, que han superado la pobreza. Más el 1.300.000 que confirma el Dane por la Encuesta Nacional de Hogares.
Colombia, particularmente, va a tener un comportamiento distinto al resto de la región, pues tiene también unos buenos indicadores macroeconómicos. Bajó dos puntos el desempleo. Y el pronóstico para el crecimiento económico en 2014 es bueno. Esto nos permite ser optimistas, porque vienen grandes avances, aunque veo con preocupación lo que puede pasar en la región.
