Gente del ciclismo llegó a decirle que lo mejor que podía hacer era colgar la bicicleta, pero frente a las palabras nada edificantes, Danny Osorio respondió con resultados en la carretera.
Si la gente supiera lo que han tenido que luchar Luz Amparo Calle y su esposo Jorge, para que el muchacho pudiera continuar entre las bielas, aquellos dedos señaladores, necesariamente se tendrían que guardar y hasta arrepentir.
Esta pareja humilde, que vive cerca de la variante del municipio de Caldas ha invertido cada peso de pagos, primas y otros ingresos, para que el tercero del Clásico RCN-Claro y sexto de la Vuelta a Colombia pudiera salir adelante.
Y con paciencia lo logró el más joven de los diez primeros de las carreras de mayor importancia en el ciclismo criollo.
"Me siento orgulloso, porque hubo personas que me quisieron enterrar y que nunca me dieron una voz de aliento. Por fortuna hoy tengo el apoyo de Luis Fernando Lufo Otálvaro y el equipo Redetrans-Supergiros-Blanco del Valle", cuenta feliz, sin atisbos de revancha.
El año pasado, el muchacho formado en las huestes del Orgullo Santuariano, cuando salió quinto en el Clásico RCN, asegura que corrió sin contrato y que el único dinero que percibió fue el un millón de pesos que le regaló como premio el dirigente Julio Roberto Gómez. El resto de la temporada, con su anterior equipo, asegura "fue gratis".
De él, reafirma el técnico Otálvaro, es uno de los mejores escaladores del ciclismo nacional. Lo único, por mejorar, confirman, es la contrarreloj, materia en la que ha trabajado con ahínco.
"Mi secreto, para tener tan buenas temporadas, ha sido el entrenamiento. Cuando llueve y algunos que se quedan en casa, yo salgo a entrenar, con la convicción de que seré un grande del pedal", opina riguroso el muchacho de 26 años quien vive agradecido con el alcalde de La Estrella Juan Diego Echavarría por su permanente apoyo, el aliento de sus amigos Argiro y Eucario, el respaldo de su equipo del Valle y la colaboración de la familia Giraldo, de Strongman. Por fortuna, la vida le sonríe al que hace un año nadie quería y hoy todos desean.
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