Cuando Germán Ezequiel Cano habla del Medellín lo hace desde el corazón. Ama al rojo y lo demuestra en cada actuación.
Hay que ver a este argentino, en compañía de Diego Herner, en los trabajos de pretemporada. Aunque no necesita convencer al técnico Pedro Sarmiento, quien sabe de su profesionalismo, siempre encabeza el lote y lo hace por convicción y sentido de pertenencia.
Hoy la afición se pregunta: ¿ser irá Cano? La respuesta es un enigma que solo se despejará con el paso de los días. Seguramente, emprenderá nuevos rumbos, pues está bien cotizado y tiene todo para jugar en las mejores ligas del mundo.
¿Cuál es la verdad sobre su futuro?
"La idea mía es seguir en el Medellín. Tengo tres años más de contrato y estoy muy feliz acá. La gente me trata súper bien, lo que viví el día de la fiesta de los 100 años no lo voy a sentir nunca. Entrar a jugar esos minutos con los más grandes de la historia del club fue algo grande. Escuchar el reconocimiento de la afición me pone muy contento de seguir en esta institución".
Usted fue el único de la nueva generación que actuó ese día, ¿qué sintió al verse rodeado de esas figuras del pasado?
"Fue impresionante. Hablaba con mi mamá y con mi hermano (estuvo en el palco) y les dije que fue un momento increíble. Jugar con las glorias del Medellín es algo no se me olvidará nunca, no todo el mundo tiene ese privilegio. Me temblaban las piernas cuando entré y oía a toda esa gente gritando "Cano no se va". Fue un montón de sentimientos cruzados con la gente y con mi familia por ese apoyo. Es algo que voy a agradecer toda la vida".
¿De qué depende que usted se quede en el DIM para la próxima temporada?
"De mi parte sigo con las expectativas de seguir y sé que vamos a hacer una buena campaña en 2014. Ya volvimos a los entrenamientos y empezamos la pretemporada. Mi cabeza está aquí al ciento por ciento. No tengo duda de que voy a pelear el próximo campeonato y que todos queremos el mismo objetivo".
Pero el club buscará recupera la inversión y eso podría salirse de sus manos. Además, usted piensa en el futuro....
"Obvio que el club ha hecho una inversión grande en varios jugadores que por ahí no se destacaron y se perdió un poco de plata. Eso pasa en el fútbol, pero por el momento pienso que lo que se dice son puras especulaciones. Si llega algo, estoy tranquilo porque sé que me quiero quedar".
La afición toma como despedida algunas frases suyas en twitter, ¿qué tiene para decir?
"La gente está impaciente y yo le pido calma, que entienda que en el fútbol se pierde más de lo que se gana. Reitero, quiero salir campeón acá y hay que pensar en los que viene".
¿Independiente de que se
vaya este año o más adelante, qué liga le gustaría?
"Como todo jugador me gustaría ir a Europa. El sueño máximo de un futbolista es triunfar en ese continente. Y obvio que la selección de Argentina siempre será parte de los anhelos, a pesar de que hay muchos jugadores adelante de mí que actúan en el Viejo Continente y con un rendimiento muy alto. Quisiera jugar allí y consagrarme como lo he hecho en Medellín".
¿Por qué ese amor tan grande en el Poderoso y en tan poco tiempo?
"Porque desde que llegué confiaron en mí. Me trajeron sin saber quién era y siempre me han tratado con respeto y eso a un jugador no se le olvida nunca. He dicho que la afición del DIM es la artífice de lo que soy como futbolista, que dé frutos con goles y que sude la camiseta. Me generan muchas cosas entrar al Atanasio y ver el estadio lleno, alentándome, y por eso el cariño".
¿Qué fue lo que más le dolió de la campaña pasada?
"Me dolió mucho no clasificar. Viendo equipos que no hicieron buen campeonato y están adentro a uno le da mucha rabia, porque teníamos con qué avanzar y no lo supimos demostrar. Se escaparon partidos que teníamos que haber ganado, pero no lo conseguimos. A uno le duele y lo pone triste. Estar por fuera de los ocho es muy feo y no se lo deseo a nadie, aunque ya hay que levantar la cabeza".
¿En qué se falló?
"En muchas cosas. Hay que pensar más en el equipo y no tanto en lo individual. Me acuerdo que con el Bolillo Gómez, con poca nómina, todos tiramos para el mismo lado y fuimos subcampeones. Había una unión de grupo impresionante que nos llevó hasta la final. Además, hubo respeto por el otro, lealtad hacia el compañero, más allá si jugara o no. A mi parecer, eso fue lo principal. Por ahí hubo jugadores que no tuvieron su mejor nivel".
Y en su caso, ¿qué análisis hace del rendimiento?
"Yo también tuve partidos malos. Más allá de marcar ocho goles, se hizo un balance y tampoco fue tan bueno. Hay que mejorar muchas cosas en lo personal y lo grupal. Esto nos sirve de experiencia para que el año entrante cambiemos la cara y siempre vean once guerreros en la cancha".
¿Qué le inyectaría al DIM para el futuro?
"Hay que reforzar mucho de mitad de cancha hacia adelante. Traer buenos laterales que lleguen al área, que tiren centros y les den de comer a los delanteros. Eso es lo principal que necesitamos. Tener más volumen de ataque, ser más punzantes, hacernos fuertes en casa y no dejar que se lleven los puntos tan fácil como nos pasó algunas veces en el Atanasio. Si los directivos contratan los jugadores adecuados, responsables con el proceso y que demuestren por qué están en el DIM y no de paso, eso ayudará mucho".
En caso de que se vaya, se lleva un botín de oro y una excelente imagen en el país...
"Aparte de los goles y del subcampeonato, el día que me vaya me llevaré el mejor recuerdo de la gente que me trató bien y alguna vez me putió. En esta ciudad siempre han sido respetuosos conmigo y eso no se borra. Todos me abrieron las puertas sin que yo fuera nadie".
¿Qué aprendió de los antioqueños?
"Mucho, el respeto, lo principal. Aquí apoyan al extranjero, le brindan cariño para hacerlo sentir como en casa, esta es mi segunda patria. Estoy lejos de mi familia y aquí me acogen y hasta gente que no conozco me aconseja y me da palabras de apoyo".
En año y medio en el DIM, ¿qué ha sido lo más difícil?
"La lesión, no poder jugar la final el año pasado. Ese día en Itagüí que salí a saludar a la gente, cuando me mordía la lengua, porque no podía jugar el partido y ver que todos me cantaban, es inolvidable. Nunca pensé que la gente se encariñara tanto conmigo".
Si se va, ¿qué le diría al fanaticada roja?
"Que los quiero mucho, que gracias por todo, por el respeto, por su respaldo en las buenas y las malas. Y que tengan presente que nunca los voy a traicionar"
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