Después de meses de zozobra por la disputa de dos combos delincuenciales que atemorizan a la comunidad con balaceras constantes y asesinatos, los habitantes del corregimiento El Manzanillo, de Itagüí, recuperaron parte de su tranquilidad.
Las denuncias de la comunidad, que desde el año pasado reclaman más compromiso y presencia de las autoridades, fueron escuchadas y desde hace un mes la Policía reforzó los patrullajes en esta zona con el envío de un grupo de Fuerza de Control Urbano.
"A principios de mes se presentaron unos homicidios y días antes balaceras, había temor generalizado, pero esto mejoró con la presencia más constante de la Policía. Hay un ambiente de tranquilidad que esperamos siga así", afirmó el corregidor Carlos Molina Restrepo.
El coronel Édgar Muñoz, comandante del Distrito Sur de la Policía Metropolitana, reconoce la problemática. "Estos combos tienen una disputa de plazas de drogas y extorsión al transporte. Hemos conseguido evitar más enfrentamientos desde enero y seguimos en la tarea de la judicialización de estos grupos delincuenciales".
Este año han capturado cinco miembros de los 2 combos por porte ilegal de armas, pero como es un delito excarcelable, fueron liberados, lo que generó críticas a las autoridades judiciales.
Los problemas en el corregimiento El Manzanillo empezaron hace 14 meses, cuando aparecieron los combos de Los Gómez y el Ajizal, llamados así por las veredas del mismo nombre donde tienen influencia.
El homicidio de dos jóvenes de la vereda Los Gómez, que fueron encontrados enterrados en la misma zona a finales de 2008, fue la primera señal del enfrentamiento.
Desde entonces, los habitantes relatan por lo menos una docena de homicidios. El último asesinato ocurrió el 7 de febrero. La víctima fue un joven de 20 años, quien se movilizaba en una moto por una calle de la vereda Ajizal. Una semana antes había sido asesinado Jesús Orley Acevedo, un albañil de 42 años, muerto a tiros por sujetos que tocaron a su puerta en la vereda Los Gómez, con la excusa de necesitar un trabajo de construcción. Lo mataron en presencia de su hija de 15 años de edad.
Tras el funeral, la joven abandonó la vivienda, que según los habitantes, fue saqueada por miembros del combo del Ajizal, a quienes señalan como responsables del asesinato. También quemaron una cama y ropa que no alcanzó a llevarse.
Cuentan que el pasado 8 de diciembre se desató una de tantas balaceras entre los combos de Los Gómez y los del Ajizal. "En el cruce de disparos una niña de cinco años resultó herida por una bala perdida", recuerda un habitante de la zona.
Población intimidada
Las balaceras constantes entre los combos, casi siempre en la noche, obligó a la comunidad a resguardarse durante meses en sus hogares desde las siete de la noche. En el último mes la presencia policial logró evitar estos enfrentamientos y devolver algo de tranquilidad.
Según una habitante, "después de esa hora los del combo de los Gómez y los del Ajizal se enfrentaban a bala desde las partes altas del pico Manzanillo y las casas quedan en la mitad de esa balacera. Por eso nos encerramos temprano".
Las denuncias de la comunidad del corregimiento Manzanillo no solo se originan por las balaceras y los asesinatos. Los combos, dicen en el sector, además de enfrentarse por el control de expendios de alucinógenos, también impusieron fronteras que impedían la movilización de los habitantes, situación que la Policía trata de corregir hoy con constantes patrullajes.
"Los que vivimos en la vereda Ajizal nos daba temor pasar por la vereda Los Gómez y de allá para acá también. Por eso muchos estudiantes de bachillerato tuvieron que irse de la zona porque tenían miedo de pasar de un sector a otro", asegura un residente.
Por eso la comunidad pide que la presencia de las autoridades se mantenga y que la justicia actúe contra los dos combos que atemorizan a la comunidad.
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