El parque ecológico Altos de La Virgen ya tiene forma y en cinco días ya la comunidad de este sector del corregimiento San Cristóbal podrá empezar a disfrutarlo.
Se construyó en el mismo morro donde el 3 de junio de 2010 un incendio consumió 200 viviendas y dejó igual número de familias damnificadas.
Ya están listas las escalas, los senderos peatonales y las zonas verdes con 600 nuevos árboles. También hay juegos infantiles y asadores y bancas para que la comunidad tenga más integración y diversión.
"Es un parque con cinco grandes terrazas alusivas a motivos como la familia, el adulto mayor, la juventud, los niños y una que hace homenaje a la Virgen, la cual fue restaurada porque es el símbolo del lugar", explicó Alejandro Arcila, subsecretario de Obras Públicas de Medellín, dependencia que abocó la construcción del proyecto inmediatamente después del incendio.
Para construirlo fue necesario ofrecerles soluciones de vivienda a los damnificados. Muchas familias ya se fueron de la zona y la Alcaldía les paga arriendo mientras les asigna una nueva vivienda. En algunas de estas casas desocupadas -básicamente 10- ya hay nuevas familias y es inminente un desalojo, que estaba programado para el lunes, pero no se hizo.
Todo indica que estas personas llegaron al sector recientemente, pero dada su condición de pobreza, urgen que la Administración Municipal les ayude con soluciones de vivienda.
"A estas familias las estamos acompañando para que no las vayan a dejar abandonadas a su suerte, pues son personas en condición de extrema pobreza", comenta Natalia Fernández, abogada de la Corporación Jurídica Libertad, que acompaña y asesora jurídicamente a otro grupo de familias que aún no se ha ido del sector.
Dos inconvenientes
Este grupo es de 68 familias que no se vieron afectadas con el incendio y con ellas la Administración no ha logrado un acuerdo para que se vayan del lugar, pues les ofrece apartamentos en la ciudadela Nuevo Occidente y ellas no las aceptan argumentando dos motivos: espacio y seguridad.
"A mí me ofrecen un apartamento muy pequeño y yo no puedo vivir ahí, porque mi casa es de dos plantas, en una vivo con mi esposa y tres hijos y en la otra tengo la tienda, de lo que vivo", comenta Nolberto Montoya, que lleva 11 años en el sector.
Y añade que su casa no está en alto riesgo, pues es un terreno firme y el incendio no la afectó.
Otra señora que habita la parte baja del morro advierte que la vivienda que le ofrecen en Nuevo Occidente no la puede aceptar porque pone en peligro su vida.
"Fui a ver el apartamento, pero los residentes de allá nos dijeron que no querían ver gente de Altos de la Virgen ahí", lo que ella y otras cuatro señoras interpretaron como una amenaza a sus vidas e instauraron la denuncia penal.
Al parecer, hay una disputa entre combos de ambos sectores y eso impediría una sana convivencia.
La abogada Fernández explica que la Alcaldía no ha sido clara al explicarles a estas familias la razón del desalojo. "Primero dijo que era zona de alto riesgo, pero los estudios de suelos demostraron que el riesgo es mitigable, y luego argumentó que es zona de reserva forestal en la que no se puede intervenir ni puede haber viviendas".
Esa dualidad, según afirma, le ha mermado credibilidad al proceso.
Un estudio de suelos arrojó como conclusión que "el terreno analizado es apto en algunas áreas (zonas B y C-1) para el planteamiento de un proyecto urbanístico de reasentamiento" que siga ciertos lineamientos y recomendaciones. Es decir, son zonas de riesgo mitigable.
La Secretaría niega la dualidad y dice que son dos aristas de la misma situación (ver recuadro).
Mientras esto se resuelve, los obreros siguen pintando barandas y puliendo los prados de lo que será otro gran parque para goce de la comunidad.
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