Fincas cada vez más pequeñas que requieren de maquinaria que no ocupe mucho espacio o grandes que lo que menos necesitan son gastos exagerados. Y súmele a eso una deseo generalizado de optimizar procesos.
Esos son los motivos principales para que en el mercado se tenga a disposición una gran variedad de herramientas, para todos los bolsillos y requerimientos.
Contar con una sertaneja, por ejemplo, es una opción reciente. El aparato, que cuesta unos dos millones de pesos sin motor, permite picar o repicar desechos orgánicos para que se descompongan de forma rápida.
"Se puede utilizar en fincas donde haya residuos de cosechas, para destruir el pseudo tallo, el vástago u hojas. Con eso, luego se puede hacer compostaje", manifiesta Uber Cartagena, asesor de Tierragro.
En la misma línea está la picadora de residuos orgánicos, con un costo promedio de 982.000 pesos. Más pequeña, puede triturar los residuos de alimentos para convertirlos en abono.
Un picapastos doméstico puede alcanzar 850 kilos hora. Pero llegan unos de mayor potencia y rendimiento. Si usted es un afiebrado por la velocidad, hay uno de tres cuchillas, que alcanza a picar hasta 4.000 kilos hora.
Estas herramientas pueden ir desde los 700.000 pesos hasta los 3 millones.
"Hay productos más fáciles de usar, que permiten mantener bien la finca", dice Federico Tobón, gerente general de La casa del granjero.
Y hay más...
Entre los fumigadores son comunes los manuales que se llevan en la espalda. Pero se pueden encontrar, también, con motor de un caballo de fuerza, que permite elevar más el producto, gracias a la presión.
Esta elección depende mucho del tamaño del cultivo o terreno.
Uno manual, de 20 litros, puede valer 70.000 pesos. Pero se encuentran desde 1,5 litros, cuentan en La casa del granjero. Allí en precio van desde 11.500 hasta 135.000.
Con motor, el asunto es diferente, pues los hay desde 800.000 a 1.400.000. "Aparte de expulsar líquidos, salieron otros que además permiten aplicar sólidos, es decir que una máquina de estas puede fertilizar con granos. Puedo graduar la dosis y aplicar", agrega Uber Cartagena.
En las guadañadoras los estilos son diversos. La más reciente, la flexible, permite trabajar en espacios reducidos, sin dañar los cultivos. En Tierragro explican que consta de un motor, de un cable encauchado y de un mango rígido. En promedio, se puede pagar por ella, 1.221.000 pesos.
Para trabajo más liviano, en una finca pequeña de recreo, se puede usar, aconseja Federico Tobón, una eléctrica, que puede aguantar 20 minutos de trabajo con conexión o batería. Vale 450.000.
El azadón químico es otra innovación. Tiene un tubo, que a la vez sirve de mango, en el que se envasa el producto. A través de la almohadilla, en la parte inferior, el líquido impregna la maleza.
También están la hoyadora para los estacones, y los molinos hidráulicos.
Usted puede adquirir muchos "juguetes" para su finca, para darse gusto o mejorar procedimientos.
Pero primero pregunte, haga presupuestos y clarifiqué qué necesita y para qué.
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