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El adiós a Uriel Ruiz evocó lucha de quien dio ejemplo

EN UN HOMENAJE espontáneo de las personas con quienes compartió, se convirtió la ceremonia exequial del hombre que, con su familia, forjó una cadena de restaurantes a partir de un carrito de pizzas en La Mota, en 1994.

  • El adiós a Uriel Ruiz evocó lucha de quien dio ejemplo | Julio César Herrera | Cerrados, en expresión de duelo, estuvieron ayer los restaurantes de La Pastizzería en Medellín y Rionegro, por el asesinato absurdo del pionero de esa cadena de establecimientos. En la imagen, el de La Mota, con el que comenzó el negocio Uriel Ruiz.
    El adiós a Uriel Ruiz evocó lucha de quien dio ejemplo | Julio César Herrera | Cerrados, en expresión de duelo, estuvieron ayer los restaurantes de La Pastizzería en Medellín y Rionegro, por el asesinato absurdo del pionero de esa cadena de establecimientos. En la imagen, el de La Mota, con el que comenzó el negocio Uriel Ruiz.
10 de mayo de 2011
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Con templo lleno, palabras sentidas, canciones a la vida, aplausos por las lecciones que sembró y la certeza del sacerdote de que "él ya celebra su Pascua al lado de nuestro Señor Jesucristo", amigos y familiares despidieron ayer al empresario Uriel Ruiz Flórez.

El oficio religioso, en Campos de Paz, fue propicio para que quienes fueron sus empleados también le rindieran un homenaje, sin dejar de rechazar que la violencia se llevó la vida de un hombre honesto.

Ante el dolor que silenció a sus seres queridos más cercanos, los servidores levantaron la voz para contar que un jefe-compañero, que comenzó de abajo, fue muerto por la insensatez humana.

Al final de la ceremonia, Beatriz Elena Martínez, una de las empleadas que representó al equipo de Laureles, contó que su empeño desde el comienzo fue una meta, que "hace 16 años comenzaste en un carrito y día tras día con honestidad, responsabilidad y respeto" alcanzó lo que hoy es la Pastizzería Restaurantes.

"Nuestro jefe y amigo extraordinario, tu respeto, cariño y perseverancia nos da fuerzas para salir adelante, nos dejas una gran enseñanza y no te preocupes que haremos que la Pastizzería siga siendo esa gran familia que hasta el momento hemos sido", leyó de la pequeña oración a don Uriel que escribió con sus colegas.

Aleida Castaño, coordinadora administrativa y financiera de la empresa, lo recordó como una persona honesta, con muchas ganas de vivir, que se caracterizó por sacar adelante todos los objetivos trazados, por mejorar cada día su negocio y crecer como ser humano.

Más que como jefe, lo evocó como amigo y compañero, "el confidente, el que siempre estaba ahí para dar una mano y apoyar en lo que se necesitara".

De su trabajo en los dos últimos años al lado de Uriel Ruiz, destacó que era muy madrugador y amante del deporte, como quiera que practicaba el baloncesto, el ciclismo y le gustaba ir al gimnasio. Y el tiempo lo sacaba entre las visitas a los puestos de venta.

Y por encima de todo, que era muy dedicado a su esposa Dora y a su niña.

"Nunca nos hizo sentir el hecho de que era el jefe, era un compañero más y acataba las sugerencias que le dábamos", expresó Aleida.

A los asistentes a la despedida, Beatriz les compartió que "fuiste una persona perseverante y hoy 80 familias gozan de este triunfo".

Esto porque son 80 empleados en el grupo de restaurantes y el lema de ellos es que no tenía ese número de servidores, sino 80 familias.

La lección para todos ellos, subrayó Aleida, es que "fue un luchador que comenzó con un carrito de pizas en La Mota, y que luego montó su local allí, que es el pionero de la Pastizzería". Después lo extendió a Laureles, El Poblado y Rionegro.

Como vivía tranquilo, era una persona que la conocía demasiada gente y de hecho llegaba a la oficina en bicicleta, Aleida y sus compañeros no terminan de asimilar este hecho doloroso, porque era un hombre sin amenazas.

A Beatriz y Aleida les quedó "un sabor amargo y una herida inmensa", pero también la certeza de que "gracias a este hombre no somos las mismas personas de ayer".

Y el sacerdote lo intuyó: "Sólo lo que podemos sacar de nosotros para entregar a los demás es lo que perdura en la memoria".

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