El asesinato del coronel Cristian Flórez, comandante de la Policía de Tránsito de Antioquia, nos produce dolor y despierta nuestro sentimiento de solidaridad con su familia y con la Institución. Pero también obliga a una revisión urgente de los esquemas de seguridad que se están llevando a cabo en uno de los ejes viales más importantes del país, como es la Troncal a la Costa.
En ese corredor estratégico entre Yarumal y el Bajo Cauca antioqueño tienen presencia todos los actores armados ilegales, en especial los frentes 18 y 36 de las Farc, que trabajan en llave con las bandas criminales en la producción y distribución de cocaína.
Eso de por sí ya demanda un manejo estratégico y coordinado de la Fuerza Pública, pues sólo con el componente policial no es posible garantizar la seguridad en esa vía, donde además las condiciones topográficas muchas veces juegan a favor de los terroristas y narcos que allí operan.
Los frecuentes hechos de orden público que se generan entre Yarumal y Caucasia, pasando por Valdivia, no son esporádicos ni aislados. Son frecuentes los hostigamientos que las Farc hacen a la Fuerza Pública desde la zona montañosa, y los paros campesinos y de mineros han convertido este corredor en zona roja.
El asesinato del coronel Flórez se suma al del comandante de la Policía de Carreteras, el mayor Félix Antonio Jaimes, hace poco más de un año, en un atentado terrorista perpetrado por el frente 36 de las Farc.
Los esfuerzos de los gobiernos Nacional y Departamental para resolver los históricos problemas sociales en esa zona del norte y del Bajo Cauca antioqueño han sido bien encaminados, pero resultan insuficientes para cortar los hilos que mueven la economía ilegal, representada en los cultivos ilícitos, el tráfico de armas y la clandestina explotación minera.
Si bien es cierto que el aumento del pie de fuerza es una medida de choque necesaria, creemos fundamental que el Gobierno, de la mano del Gobernador y de los alcaldes de la región, diseñen una estrategia de seguridad, de alta inteligencia, que contrarreste el poder terrorista y de intimidación que aún mantienen las Farc en esa región.
Sobre todo, cuando son conocidas las pretensiones de las Farc de reposicionar sus frentes en todo el corredor que conduce hacia la zona del Nudo de Paramillo, donde el Ejército ha venido desarrollando una de las más grandes y contundentes operaciones militares contra la guerrilla en los últimos años.
Todo ese esfuerzo militar concentrado en el Paramillo demanda una acción integral de la Fuerza Pública en el resto del corredor vial entre Yarumal y el Bajo Cauca. Creemos necesario que el Gobierno, con el Ministro de la Defensa a la cabeza, estudie la posibilidad de crear un comando especial que haga frente a los actores armados ilegales que operan en la región, tal como se ha hecho en otras regiones consideradas estratégicas para la economía del país.
Sin que las autoridades hayan establecido la autoría material del asesinato del coronel Flórez, queda claro que los terroristas todavía tienen margen de maniobra y capacidad de hacer daño.
La forma en que murió el alto oficial de la Policía, tiroteado desde la parte alta de la montaña, demuestra que los responsables tenían información precisa sobre sus desplazamientos, rutas y horarios.
De ahí la necesidad de redoblar la inteligencia y actuar sobre el terreno para evitar hechos tan lamentables.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
