Afirmó el columnista de la revista Semana que el Congreso de 2009 "ha sido quizá uno de los peores Congresos de la historia reciente de Colombia. El retiro de las dos terceras partes de los legisladores elegidos... se debe, ni más ni menos, a que la mayoría de los elegidos en 2006 han renunciado a sus curules para ser juzgados por la Fiscalía y no por la Corte Suprema de Justicia en las investigaciones que los relacionan con la parapolítica: un escándalo en el cual hay 70 congresistas, de un total de 268 (102 senadores y 166 representantes)".
Lo anterior desconcertó al Congreso, lo obligó a perder su rumbo y eludió abordar los temas fundamentales del país, como la crisis económica y el desempleo. Se limitaron entonces a alternar el ausentismo con la politiquería del referendo reeleccionista y con una mediocre reforma política para permitirles el cambio temporal de partido. Sostiene Semana que los temas presupuestales, tributarios, cambiarios o de salud pública ocuparon menos del 5 por ciento de los debates.
La Corte Suprema de Justicia figura como la promotora de los juicios a los congresistas aludidos. Lamento reconocer que no pocos de éstos están sustentados en los testimonios de criminales que no son dignos de crédito. No pocos de estos juicios permiten sospechar la existencia de un enfrentamiento político entre la Corte y el Ejecutivo. Entre tanto, y curiosamente, nada adelanta la Corte en los juicios de la farcpolítica.
El país espera que entre el Gobierno y la Rama Judicial emprendan una gran reforma para aliviar los problemas de la congestión y el "leguleyismo", porque cada día es mayor el número de colombianos que demanda justicia eficaz, con costos accesibles y sin lucha de poderes.
En síntesis, no nos encontramos en la época de oro de la justicia colombiana. Tal vez nunca antes había estado ella tan desprestigiada. Sobre el último año y medio le ha aumentado la imagen desfavorable en 7 por ciento, al pasar del 21 al 28 por ciento y la imagen favorable le ha caído del 64 por ciento al 60 por ciento.
No hay mal que por bien no venga. Observan algunos que la reforma política le permitió a uno de cada 10 congresistas cambiar de partido. Que los principales receptores fueron el Partido de la U y el Conservador. Se espera que cerca de la mitad del Congreso se renueve en marzo de este 2010.
Quiera el Cielo que en el nuevo Congreso se pueda consolidar una mayoría uribista sólida para aprobar proyectos fundamentales. Los países tienen las instituciones que se merecen. Difícil haber aspirado a un Congreso mejor que el de 2009 en un país con una Historia reciente tan compleja como la de Colombia.
